El Coro Acardenchado le rendirá homenaje a Fidel Elizalde García, voz del canto cardenche
Agradecido por todos los aprendizajes que dejó Fidel Elizalde García, ‘el cardenchero mayor de Sapioriz’, Juan Pablo Villa, director artístico del Coro Acardenchado, le ofrecerá un homenaje para que este canto siga latiendo en las nuevas generaciones
Karina CoronaDon Fidel Elizalde García, portador de la voz y tradición cardenche, cantos de dolor, melancolía y de la sensibilidad humana, partió de este mundo. La noticia cimbró a gran parte de la comunidad musical el fin de semana, y será esta quien ahora lo recordará.
Como parte de los homenajes a realizarse, el Coro Acardenchado presentará El cardo en flor, el 9 de junio en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes. Respecto a este evento, el director artístico de la agrupación, Juan Pablo Villa, platicó con Reporte Índigo.
“Llegó el momento en el que estamos despidiendo, el tiempo nos alcanzó, el temor y condición de vida natural de los seres humanos cardencheros que van a llegar a su culminación en esta vida por su edad”, indica Villa.
El director del Coro Acardenchado compartió que don Fidel ya se encontraba muy enfermo, y a partir de la muerte de su esposa su salud comenzó a decaer; no obstante, Juan Pablo tiene el compromiso de homenajear al bastión de este género musical.
El cardo en flor incluye, además el estreno de varias piezas y arreglos nuevos a temas como “Al pie de un verde maguey”, “Cuando la redonda luna” y “Los horizontes”, las canciones de su más reciente producción discográfica Aquellos otros, entre las que se encuentran “Ya se van las golondrinas”; “Yo ya me voy, amigos míos” y “Ojitos negros”, entre otras.
“Hacemos interpretaciones corales, pero jugamos con arreglos contemporáneos, utilizamos la percusión corporal. De pronto, sólo las mujeres cantan, cosas que no se habían visto antes, por los menos, en los escenarios. Afortunadamente, doña Ofelia, quien es parte de la nueva generación de cardencheros, está presente, es importante la mujer en el canto cardenche y quizás no se le ha dado ese lugar”, cuenta.
De esta forma, Juan Pablo le brinda vitalidad y contemporaneidad a estas piezas; las hace suyas al cambiar, incluso, algunas palabras, consejo que don Fidel le dio: “hazlas tuyas, mantengan viva la tradición”.
Y así, desde hace seis años, el Coro Acardenchado ha luchado por esta tradición musical. Desde aquel concierto en 2016 donde se rindió homenaje a los Cardencheros de Sapioriz, y del cual precisamente surgió el coro.
Aprendizajes del canto cardenche junto con don Fidel
Juan Pablo Villa conoció a Fidel hace 16 años, pues acudió a él y a su comunidad para pedir permiso y hacer sus versiones del canto cardenche. Aunque son de dominio público, para él era importante y ético tener su aprobación.
A partir de ese encuentro, ambos trabajaron en varios proyectos y festivales, como el Cervantino, en el Teatro de la Ciudad y la Cumbre Tajín.
“Don Fidel era la voz, contextualizaba este género musical. Era una persona muy sensible, noble, dadivosa que nunca se cansó de cantar una y otra vez las canciones, de contar las historias de los abuelos”, relata.
Hoy, se queda con muchos aprendizajes, recuerdos y memorias vividas junto a Fidel, pues tuvo la oportunidad de estar en su casa en Durango, y éste de compartir con la familia de Villa en la Ciudad de México.
“Es un canto entrañable que me llegó profundo y lo hice mío, a partir de entonces se hizo una gran comunidad cardenchera. Estaban muy conmovidos, y con lágrimas en los ojos, nos decían que habían logrado transmitir su canto y formar una serie de personas que no iban a dejar morir la tradición”, platica.
Por ello, ahora su misión es seguir indagando en más repertorio cardenche y encontrar todas las posibilidades que ofrece para que este arte no muera.
Ahora, por ejemplo, están rescatando las pastorelas cardenches con el fin de que desde la misma comunidad en Sapioriz descubran el gran bagaje cultural que existe.
“Tuve la oportunidad de hablar con Higinio Chavarria, sobrino de Genaro Chavarria, cardenchero que acompañaba a Fidel, don Toño y Lupe, y estamos montando una pastorela, tienen un corte más religioso, pero seguiremos al son que nos vaya dictando Higinio, un contemporáneo nuestro y ferviente impulsor del canto. Haremos equipo con las nuevas generaciones, siempre dándoles su lugar a los viejos cardencheros originarios”, expresa.
El reto desde la comunidad
Juan Pablo Villa dice que la situación en Sapioriz no es sencilla, pues hay una condición de vida que tenían los cardencheros viejos, eran campesinos y tenían la libertad de dejar sus tierras encargadas y salir a dar conciertos.
Cuando fue a la comunidad antes de la pandemia, descubrió que sí hay quien lo canta, familiares de don Fidel, pero se dedican más al norteño; además de que, al trabajar en maquiladoras, no tienen las facilidades para poder impulsar el canto.
“Tengo muchas ganas de regresar a la comunidad, sensibilizar a todos los jóvenes. Se han perdido muchos valores dentro de la comunidad, está dura la situación allí, rodeada de mucho vicio, muchas comunidades en donde hay un peligro eminente del narcotráfico y sus redes”, lamenta.
Pese a esas dificultades, está seguro que el canto cardenche seguirá adelante. Actualmente, ya no se han compuesto más piezas, todo lo que queda son alrededor de 50 canciones y cerca de otras 50 de las que se desconoce su lírica.
Les queda un largo trabajo, tanto dentro de la comunidad como fuera de ella, junto al trabajo de historiadores musicales, etnomusicólogos y antropólogos, quienes lo preservan a través de la palabra escrita.
“No creo que muchas personas de la comunidad entiendan la fascinación que tenemos los de afuera de mantener viva esta tradición, tienen otros gustos musicales, dicen que es música de los viejos. Queda trabajar a marchas forzadas para sensibilizar de lo importante del canto, por los que ya no están y creyendo con ese amor y entrega”, concluye.