A pesar de que la escena del circo contemporáneo en México es muy nueva, está en un momento de crecimiento y se enriquece con la gran diversidad de propuestas de los artistas, quienes, a través de otras disciplinas como el teatro y la danza, fusionan nuevas posibilidades técnicas, propuestas narrativas, experimentales y perfomáticas para así, seguir sorprendiendo a los espectadores con la magia y lo onírico de este arte.
Esto se ve reflejado en el Festival Escenarios Suspendidos, que a lo largo de cinco años ha apoyado el talento mexicano y ha recibido reconocidos exponentes internacionales. Jessica González, directora del encuentro, detalla que para la edición de este año se cuenta con producciones mexicanas acompañadas por compañías extranjeras.
“México está en una búsqueda bastante interesante de ver distintas mezclas, cada vez hay algo diferente, eso quiere decir que existe la intención de encontrar un lenguaje y de utilizar al circo como un medio para comunicar y decir algo, además de exponer mi visión como artista”, relata González.
Al inicio de la pandemia se cancelaron sus funciones y tuvieron complicaciones, incluso para poder entrenar, pero ahora se encuentran trabajando y encontrando en la virtualidad una alternativa para hacer mejores proyectos, proponerse nuevos retos y experimental con el formato de videocirco.
“Fue un gran golpe darse cuenta de que la vida no se va adaptar a uno, sin embargo, con la beca del Sistema de Apoyos a la Creación de las Artes y Proyectos Culturales, pudimos hacer esto posible, buscamos que el trabajo tuviera mucha calidad e hicimos grabaciones en formato de videocirco y no a través del Zoom por mantener lo presencial, no vale la pena sacrificar la calidad del video, por eso nos hemos enfocado más a la video danza, para que no sea aburrido”, relata.
Aunque la virtualidad conllevó cosas negativas, como no contar con el contacto del público, permitió hacer un parámetro sobre cómo se ubicaban dentro del mundo del circo, sus capacidades como festival, ver la diversidad de manifestaciones circenses en México y propiciar un intercambio con artistas de otras latitudes.
“La sensación de estar todo tiempo en la incertidumbre no te permite operar bien del todo, parece que vas caminando y te regresan, es una suerte de estar reponiéndose al fracaso, nada lejano a nosotros como artistas de circo porque estamos habituados a eso, a la equivocación y a corregir el error”, confiesa.
Para Jessica González, las artes escénicas y el circo contemporáneo son sus grandes pasiones, sin embargo, confiesa que es una carrera complicada que implica una lucha constante porque no cuentan con los apoyos necesarios como seguro social o de vivienda, al final todo esto vale la pena porque está impregnada de grandes emociones y satisfacciones.
“No me visualizo haciendo otra cosa en mi vida, soy artista escénico, actriz de formación, bailarina de contemporáneo, hago circo y técnicas aéreas, me interesa seguir aprendiendo porque la vida no es una cosa acabada y entre más cosas sepa, mejor me voy a comunicar por medio del arte”, aclara.
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