Las estrellas se iluminan en el cielo, brillan y resplandecen en lo más alto, pero en ocasiones el cielo cobra factura de condiciones climatológicas difíciles, inexperiencia de los pilotos, fallas mecánicas y demás causas que le ponen un trágico final a la carrera de artistas, ídolos y músicos.
Tal fue el caso de Jenni Rivera, quien falleció la madrugada del domingo al caer el avión en el que viajaba, un Learjet 25 que fue fabricado en 1969 (el mismo año de su nacimiento), junto con su abogado, su publirrelacionista y cuatro personas más de su equipo con destino a Toluca, después de haber dado un show memorable en la Arena Monterrey. Este accidente apagó de manera abrupta la estrella que iluminó una carrera de esfuerzo y talento.
Antes de que se iluminara esta estrella, Rivera tuvo una vida oscura, opacada por la violencia doméstica, abusos sexuales, un embarazo adolescente y una infidelidad que rompió con su familia. Por si fuera poco, tuvo algunos altercados con seguidores, cuentas con la justicia y un videoescándalo sexual en 2008.
La vida de la artista fue de las más polémicas del medio, pero también de las más queridas por el público hispanoamericano. Fue compositora y una empresaria en toda la extensión de la palabra.
De ‘Güera Rivera’ a ‘Diva de la Banda’
Antes de convertirse en la mujer intérprete de banda sinaloense más importante, la méxico-estadounidense fue una mujer como cualquiera, criada en Estados Unidos, pero con las tradiciones mexicanas.
Nacida en Long Beach, California, Dolores Janney Rivera Saavedra quedó embarazada a los 15 años, en 1984, de la primera de sus cinco hijos. Hecho que la alejó un poco de su familia, pero no de las ganas de luchar, ni de su gusto por la música. Todo lo contrario.
Estudió Administración de Empresas, trabajó en bienes raíces y hasta fue productora en “Cintas Acuario”, la compañía discográfica de su padre, Pedro Rivera.
Con el tiempo llegaron más hijos y aumentaron los abusos por parte de su entonces pareja, José Trinidad Marín, de quien se separó en 1992, después de dos intentos de suicidio de la fallecida cantante.
Después llegaron cónyuges e hijos, pero también comenzó una prodigiosa carrera musical para “La Dama Divina”, como también era conocida.
En 1993, lanzó un disco con poco reconocimiento por parte del público, titulado “La Güera Rivera”. Pero es en 1994 cuando “La Gran Señora”, como también solían llamarla, formalmente se lanza como cantante de banda.
En 1999, firmó con Sony Music, empresa con la que terminó contrato un año después; desde el año 2005 formaba parte de Universal/Fonovisa, compañía discográfica que el día de ayer lanzó el siguiente comunicado:
“La familia UMG se encuentra profundamente triste por la repentina pérdida de nuestra querida amiga Jenni Rivera. El mundo raras veces se encuentra con un artista que impacta tan profundamente a tantas personas como Jenni. Desde su versátil e increíble talento y la forma en que conquistó a sus seguidores alrededor del mundo, Jenni fue simplemente incomparable. Siempre extrañaremos su gran talento; su música estará todo el tiempo con nosotros”.
Rivera se convirtió en una estrella controversial. Basta recordar que el 21 de junio de 2008, mientras se presentaba en Raleigh, Carolina del Norte, un aficionado, Óscar Paz, la golpeó en la pierna con una lata de cerveza. Segundos después, Jenni pidió que subiera al escenario, le dio un “microfonazo” en la cara y después afirmó: “Me vale madre si lo ponen en YouTube mañana, este es mi escenario y aquí yo hago lo que se me pega la gana”.
Después de haber sido aplaudida por ese altercado, fue arrestada y liberada bajo fianza a la brevedad.
Y es que como dice el título de su álbum de 2005, Jenni fue “Parrandera, rebelde y atrevida”. Pero también, luchadora y trabajadora.
Después de acusar a su primer marido, José Trinidad Marín, por haber abusado de dos de sus hijas, fundó la “Jenni Rivera Love Foundation”, que ayuda a los hispanos en Estados Unidos que sufren de problemas de violencia familiar, sociales y económicos.
Además, sufrió la muerte de su segundo marido, Juan Manuel López, quien fue detenido en alguna ocasión en Estados Unidos por pasar inmigrantes a ese país y en otra ocasión por tráfico de drogas. Con López tuvo una relación “on and off”, hasta que éste falleció a causa de pulmonía en 2009. Por culpa del machismo de López, la compositora sufrió y cayó en depresión tras la separación, pero también se inspiró para las letras desgarradoras y de despecho que caracterizan sus canciones.
Y no solo eso, la intérprete de “De Contrabando” y quien también fuera pareja de Esteban Loaiza, ex-beisbolista de las Grandes Ligas, también tenía un reality show con la cadena Telemundo, “I Love Jenni”, una línea de cosméticos y de perfumes.
En la cúspide
Tanto seguidores como los no tanto, lamentan la muerte de una mujer “con pantalones” como suelen decir sus fanáticas, una madre que murió sin poder reconciliarse con su primogénita, Janney “Chiquis” Marín, con quien se distanció tras la supuesta infidelidad de ésta con Loaiza.
La hermana del también cantante Lupillo Rivera, falleció en la cúspide de su carrera, a pesar de que en buena parte de la misma no faltaron los escándalos. En 2009, por ejemplo, Rivera fue detenida en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por llevar más de 50 mil dólares en efectivo, no declarados en la aduana.
No faltó quién dudara de la procedencia de la riqueza que acumuló Rivera, con versiones que señalaron que su familia se dedicaba al tráfico de marihuana y cocaína.
Estuvo nominada a los Premios Latin Grammy por “Mejor Álbum Ranchero” por “La diva en vivo” en 2008 y “Mejor Álbum Banda” por su disco “Se las voy a dar a otro”, en el 2002. Este último álbum se agotó de todas las tiendas el mismo día en que fue lanzado. Según Billboard, la cantante vendió más de 15 millones de discos.
Jenni Rivera también participó como coach en el programa de Televisa “La Voz… México”, junto a Miguel Bosé y Paulina Rubio. De hecho, el día de su fatídico accidente aéreo actuaría en dicha emisión. Al momento en que se dio a conocer su muerte por medios internacionales y redes sociales, sus compañeros del programa de inmediato expresaron sus condolencias.
Rivera interpretó canciones de música norteña, ranchera, pop y banda, además fue una mujer que superó los obstáculos de una vida tormentosa, polémicas y controversias.
Una estrella internacional que se apagó con un trágico accidente aéreo, luego de que el Learjet 25 en el que viajaba experimentó un descenso abrupto y cayó en la sierra neolonesa la madrugada del domingo, según las primeras deducciones. Una tragedia aérea más que se suma a varios tristes capítulos en la historia de la música.
Re@cciones
El zapato de Jenni Rivera, como el de Cenicienta, en el lugar del accidente. twitter.com/lopezdoriga/st…
— Joaquín López-Dóriga (@lopezdoriga) December 10, 2012
El alcance que tenía Jenni Rivera quedó demostrado durante el domingo con las miles de reacciones publicadas por seguidores de la cantante en redes sociales como Facebook o Twitter. Pero también, una vez más, el trágico accidente de “La Diva de la Banda” sirvió como recordatorio de que el mal gusto también se difunde a gran escala. Basta darse una vuelta por la página oficial del club de fans de la cantante para ver cómo hay quienes aprovechan la atención para hacer bromas de mal gusto. O a veces sin querer, como fue el caso de un tuit publicado por Joaquín López-Dóriga que ha generado miles de reacciones en Twitter.
Continúa: “Una extraña atracción aérea”
De la tragedia de Buddy Holly a la increíble historia de supervivencia de Travis Barker, parece que los músicos y las aeronaves compactas no van muy de la mano.