Corazón y alma son los ingredientes para que una canción inspire a la gente o, al menos, eso considera el cantante Juan Solo. Como la pasión que un chef impregna al preparar un platillo, la sazón única e irrepetible que se percibe al momento en que las papilas gustativas tocan el primer bocado, así se define el cantautor con la música.
“Entiendo a la canción como un ejercicio de honestidad y vulnerabilidad, creo que es donde tenemos que ir si queremos ofrecerle a nuestro público proyectos, como los artistas que admiro, Juan Luis Guerra, José Alfredo Jiménez y Juan Gabriel, estoy seguro que desnudan el alma y el corazón”, platica Juan Solo a Reporte Índigo.
El cantante, originario de Puebla, pasa por dos momentos cumbre en su vida; en lo personal, el reciente nacimiento de su hija, que lo ha motivado a ser una mejor persona y compositor. Mientras que, profesionalmente, celebra que nuevamente se presenta en los foros, ese espacio donde puede ser él mismo, como se autodefine “un animal del escenario”, pues es el hábitat natural al que sabe que todo proceso de composición debe llegar.
“Con el nacimiento de mi hija dije ‘ay, güey’, hay una persona que después puede poner tu música y conocerte a través de lo que estás diciendo, fue cuando decidí ser aún más honesto y profundo, abrir esos cajones internos que te duelen para que vengan canciones honestas”, explica Solo.
Por ello, agradece que el próximo 2 de septiembre se presentará, por primera vez, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, recinto donde interpretará su último material discográfico: Masoquista.
A pesar de lo vivido por la pandemia, Juan confiesa que todo ha valido la pena para llegar a este momento, del que expresa: “será el mejor concierto de Juan Solo que hayan visto”.
“Me siento increíble, volver a tocar después de estos años complejos, pero hoy, por fin, estoy presentando un disco que me encanta, tengo a mi lado el dream team. Le tengo mucho respeto a los escenarios, han sido parte importante de mi carrera y este no es la excepción, se me hace el lugar más bonito que hay en la Ciudad de México, varios amigos han estado ahí y llegó mi turno”, platica.
Su forma de composición
Con más sabiduría y conciencia, y con la fuerza necesaria para salir de los hogares para ser más empáticos y olvidarse un poco del celular, Juan invita a la gente a que puedan pasar unas horas junto a él y disfrutar del momento presente.
Sobre Masoquista, el cantante comparte que se trata de un disco compuesto antes y durante la pandemia.
“Son 11 tracks que me gustan mucho, porque son una radiografía de lo que fui durante todo este tiempo, exploré muchos géneros, no tengo miedo a probarme en otros ritmos, me gusta utilizarlos como si fueran colores para pintar y que tengo la fortuna de poder utilizarlos, pero siempre trato de que mis letras estén presentes y que se sientan este paso de civil y de poeta que hago”, relata.
Juan relata que para componer utiliza conceptos que escucha durante el día y los lleva a otro plano. Por ejemplo, la canción que lleva el título del disco está pensada en el momento donde se sabe que ya no se puede estar con alguien, sabiendo que se causan dolor, pero continúan en esa relación para no pasar el trago amargo de una ruptura.
“La propia rola dice ‘si ya sabemos que terminar es cuestión de tiempo ¿por qué me siento culpable sabiendo que es lo correcto? Ya no quiero ser masoquista, me toca ser egoísta y pensar un poquito en mí’. También siento que dedicarse a la música tiene su lado masoquista, es una carrera muy rara porque no tienes certeza de nada, todo está en tus manos, pero, de igual forma, necesitas de la gente para poder quedarte y hacer una carrera, y yo sí planeó quedarme y seguir jugando”, cuenta.
Un sueño cumplido para Juan Solo
Juan Solo arrancó su proyecto a través de redes sociales, donde el tema “Querido corazón” lo colocó en el gusto del público. Pero antes de llegar a esta etapa, el cantante estuvo en grupos de música versátil, en orquestas de salsa y tocando en cafés de Puebla.
Fue hasta que decidió estudiar producción musical, y en la Sociedad de Autores y Compositores de México, cuando supo con certeza lo que quería decir a través de sus letras.
“Estudiando producción me di cuenta que me gustaba escribir canciones, pero era muy malo, en la Sociedad de Autores y Compositores de México descubrí mi voz y las cosas que quería decir, empecé a ejercitar este músculo de componer, desde ahí no he parado, debo tener unos 12 años escribiendo mis canciones y cantando”, recuerda.
El autor de varios sencillos de artistas, como Edith Márquez y Los Ángeles Negros, confiesa que le encanta la intensidad y es apasionado, algo que trata de transmitir en sus composiciones y en su vida.
“Esta es mi manera de hacerlo, no es la única, no quiere decir que tenga la razón de las cosas, pero sí creo que el esfuerzo y el trabajo, el tener claro a dónde quieres llegar, siempre estará bien. Quizá tardas más que los demás, a veces, te lleva a un camino diferente, pero la música siempre te paga bien”, comenta.
Juan describe que está viviendo el sueño que anheló por tanto tiempo: que la gente cante y sienta sus canciones. De esa forma quiere dejar su legado como autor y con el cual sus seguidores se sienten identificados.
Sobre todo, en momentos complicados de la pandemia, asegura que las personas, de alguna forma, tienen que trascender y qué mejor que sea bailando y disfrutando en compañía de alguna canción.
“Cuando empecé soñaba cantar una canción mía y ahora digo ‘güey, estás viviendo el sueño de tu vida, no es el Auditorio Nacional, no son 10 mil personas, pero van a estar mil y eso es increíble. Por eso los invito a que vayan a quedarse sin voz de tanto cantar y a salir con dolor de pies de tanto bailar, vamos a bailar el dolor, a cantarle a todo, a eso venimos, dos horas de intensidad máxima para dejar el alma y el corazón”, puntualiza.
¿Canciones de amor o desamor?
Para el cantautor, las canciones más fáciles de componer son las de desamor, pues indica que la gente puede conectar inmediatamente porque a todos, incluyéndose, “les gusta ser víctimas”.
“Escribir una canción de amor, que no sea tonta, es difícil. Yo tengo mis canciones tontas y no, pero lo importante es aprender a decir lo que quieres. No necesita ser el clásico te amo, es buscar, a lo mejor, algo que me pasó en la vida, referencias con un mensaje inesperado”, platica.
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