El Ballet Folklórico de la Universidad de Guanajuato se presentará en casa

Como parte del Festival Internacional Cervantino el ensamble folklorico de la Universidad se presenta en la Alhóndiga de Granaditas donde pondrán a la vista todas las tradiciones  de su estado
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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La danza es un arte que puede representar identidad, la mezcla de la música con el movimiento del cuerpo refleja claramente los matices de las construcciones personales y colectivos de los pueblos. 

En México existe una disciplina dancística que no solo es representativa de la identidad sino que la pone al centro y al frente para ser vista y admirada, el Ballet Folklórico. 

Un arte popular que expresa las sensibilidades regionales del país y que puede llevar mediante sus números a visitar cada rincón del territorio. Esta riqueza artística es la que lleva al Ballet Folklórico de la Universidad de Guanajuato (BAFUG) a presentarse en su casa, el Festival Internacional Cervantino.

El lunes 16 de octubre en punto de las 20:00 horas la compañía de Ballet Folklórico se presentará, como cada año, en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas como parte de la edición de este año del festival cultural más grande de Latinoamérica. El BAFUG es parte de los programas culturales que la universidad de esta entidad promueve para que sus estudiantes obtengan una educación integral y está considerado como una de las compañías más importantes de esta disciplina en el país. 

“Uno de los objetivos principales del BAFUG es dar a conocer y difundir el folklor de nuestro estado y de todo México, que es un país diverso, muy rico. Lo hacemos a través de las técnicas de la danza folklórica con las que llevamos  nuestras tradiciones a que la gente las conozca en Guanajuato, en México y en el Mundo”, comenta Roberto Martinez Rocha, director del BAFUG.

Las puestas en escena que el Ballet tienen interés en presentar tanto las danzas tradicionales de un país tan amplio y diverso como México y las particularidades que un estado como Guanajuato otorga al mundo. En este sentido la presentación del 16 de octubre contará con estos dos ejes. 

“Este año, como cada año, nos damos a la tarea de estructurar un programa con una temática diferente para este magno evento, que es un festival que nos llena de orgullo como guanajuatenses y esta ocasión vamos a presentar un programa nuevo que he titulado Al Son de México. Es un recorrido por las diversas regiones de nuestro país donde el público va a poder disfrutar desde un son jarocho o un son huasteco,  hasta trasladarse a la península de Yucatán”, declara el director de BAFUG.

La identidad del bajio

En este 51 aniversario del Cervantino el Ballet Folklórico presentará bailes de todas las regiones del país. Sones, jarabes y demás danzas tendrán su lugar en el escenario, y lo compartirán con las tradiciones dancísticas que le han dado identidad a Guanajuato. 

“Vamos a abrir con una danza Azteca y vamos a cerrar con nuestro estado, con la presentación de sones de la época colonial y un homenaje que haremos a un gran compositor de estas tierras, José Alfredo Jiménez”, apunta Martínez Rocha quien hace hincapié en los múltiples matices de México que se ven trasladados al programa.

La decisión de cerrar con bailes de la entidad, portando los trajes típicos de la galereña y chinacos, es parte de la misión que tiene BAFUG de dar a conocer al mundo la riqueza cultural de Guanajuato y mostrar su identidad con quienes los visitan de otros estados de la república. 

A diferencia de otras regiones del país, como Chiapas o Yucatán, en dónde las tradiciones de los pueblos conviven con la cotidianidad en Guanajuato sus elementos identitarios están menos presentes, ejemplo de ello son las vestimentas típicas, que en algunos estados no son un ítem para usar en ocasiones especiales sino prendas del día a día  y que en la sede del Cervantino son muy poco comunes. 

Contrarrestar esto, lograr que las tradiciones regresen a estar vivas es parte de la misión del Ballet Folklórico.

“Uno de nuestros propósitos a través de esta bella disciplina es seguir fomentando en el público y sobre todo en la gente guanajuatense que se sientan orgullosos y que tengan esta identidad. Y esto pasa por poder identificar su música, sus movimientos y su vestimenta”, señala Roberto.

Una conexión personal

El Ballet Folklórico ofrece a sus miembros más que solo un lugar para bailar. Desde muy temprana edad el BAFUG ofrece cursos y programas de iniciación para que las infancias y las juventudes puedan acceder a la identidad de su región, sin embargo para Roberto las oportunidades de su disciplina no terminan ahí. 

“Es una formación integral, un acercamiento a la cultura y a las artes que les permita la posibilidad de descubrirse y descubrir el mundo mediante las bellas artes. ¿Qué tan importante es que el ser humano se de cuenta que posee este talento y habilidad de comunicar? Es maravilloso y mediante estos programas tenemos la oportunidad de acercar eso a los jóvenes, de permitirles que a través del movimiento puedan expresar su sentir y su personalidad”, menciona el director de BAFUG.

Para Roberto, quien lleva 25 años a cargo de la compañía, la oportunidad que la Universidad de Guanajuato y el  Cervantino le ofrecen de presentarse una vez más en el lugar dónde creció es un reto de vida. 

“Ha sido un verdadero reto, porque posicionarte en tu propia casa es difícil. Sabemos que al Cervantino vienen artistas de todas partes del mundo,  y para nosotros siempre es un placer, así que lo más importante para nosotros es ofrecerles un espectáculo de calidad para que el público salga orgulloso de que representemos al estado” declara el encargado de BAFUG.

Roberto creció en la capital de Guanajuato, a unos metros de la alhóndiga, y de niño podía observar como era construido ese templete en dónde los bailarines se presentaban, eso lo puso a soñar y ahora después de años de experiencia como bailarín, coreógrafo y director de BAFUG espera poder compartir ese sueño. 

“Yo recuerdo tener siete años y ver el escenario, que para mi era una caja mágica, y cada movimiento eran sensaciones y emociones que me llegaban a mi ser, pero que eran inalcanzables. Pasaron muchos años. yo me formé en la danza y ahora cuando estoy en ese lugar, dirigiendo mi propio espectáculo, recapitulo y doy gracias a las oportunidades y a los sueños porque se hacen realidad. Ahora que yo estoy haciendo que salga esa magia me imagino que hay alguien a quien le movemos el corazón”, finaliza Roberto.

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