México tiene más de 500 especies comestibles de insectos incorporados a su cocina, entre los que destacan los chapulines, hormigas chicatanas y escamoleras, el ahuautle, los gusanos rojos y blancos del maguey, jumiles y xahues, y la grana cochinilla.
Todo esa riqueza cultural se reúne en El arte de comer insectos, muestra que le permite al visitante realizar un recorrido histórico, científico y artístico.
La exposición está conformada por más de 180 piezas arqueológicas, fósiles en ámbar, obra en técnica mixta, cajas entomológicas, ilustraciones científicas, óleos, grabados, objetos de época, fotografías y video.
“En la muestra se incluyen seis obras recientes del maestro Francisco Toledo, quien contribuyó con el desarrollo creativo de la exposición. Durante el montaje nos sorprendió su fallecimiento, queda aquí algo de su mirada, de su amor al arte y a la cultura, de su activismo en favor del patrimonio de México y la naturaleza”, dijo Eduardo Vázquez, coordinador del Antiguo Colegio de San Ildefonso, lugar donde se presenta la exposición.
El arte de comer insectos coloca sobre la mesa preguntas como ¿Qué comemos y por qué lo comemos? ¿De dónde vienen los ingredientes? ¿Cómo se generan y procesan? Y ¿Cuál es su historia? para abrir el diálogo.
Otro de sus objetivos es ser una aproximación estética al universo gastronómico mexicano que entrelaza los caminos de la cocina, el arte, la biología y la historia para reflexionar acerca de lo que se come y de sus implicaciones sociales.
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Situación actual de los insectos comestibles
Los insectos viven amenazados por el uso desmesurado de herbicidas e insecticidas para la agricultura, así como por la pérdida de territorios, la contaminación de los ecosistemas, el crecimiento de las ciudades, los monocultivos y la tala de los bosques; frente a estos retos, la humanidad necesita modificar sus hábitos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura señaló a los insectos como una fuente importante de proteína cuyo uso no tiene el enorme impacto negativo que genera la ganadería sobre el planeta. Los insectos reaparecen en nuestro presente como un recurso sano, rico al paladar y cuyo aprovechamiento resulta amigable con el medio ambiente.
El arte de comer insectos, que contará con conferencias, mesas de discusión, cursos, talleres, ciclo de cine y más, estará abierta hasta el 2 de febrero de 2020, en el Antiguo Colegio de San Ildefonso.