El año de Shailene

Muchos conocieron a Shailene Woodley como una madre soltera adolescente en la serie “The secret life of the american teenager”, que se transmitió desde 2008 hasta 2013. Sin embargo, la carrera de la actriz está por alcanzar su mejor momento –hasta ahora– y no cabe duda de que 2014 será su año.

Para empezar, hoy se estrena la primera película de la trilogía “Divergent”, basada en en la novela del mismo nombre escrita por Veronica Roth. En este filme, la actriz interpreta a Beatrice Prior, la protagonista.

Además, este verano llegará a las salas de cine del mundo “The fault in our stars”, adaptación de un libro de John Green, en el que Shailene es Hazel Grace Lancaster, una joven con cáncer terminal.

Pero la carrera de la joven nacida en California comenzó a los 4 años, con varias apariciones en anuncios de televisión. En 2002 obtuvo sus primeros papeles en series, como invitada en “Without a trace” y “The district”.

Tres años después, cuando ganó el papel de Amy Juergens en “The secret life of the american teenager”, su ascenso a la fama comenzó y después pudimos verla en “Cold case”, “Everybody loves Raymond”, “CSI: NY” y “Close to home”.

El reconocimiento de su talento llegó en 2011, cuando actuó junto con George Clooney en la película “The descendants”. Por este papel obtuvo una nominación al Globo de Oro y un Independent Spirit Award.

Y es que el protagónico en “Divergent” ha provocado que se le compare con Jennifer Lawrence, actriz que tuvo una entrada similar al estrellato: primero con reconocimiento por su actuación, seguido de cerca por la aparición en una saga para adultos jóvenes.   

Auténticamente Shailene

Las comparaciones con otras actrices que han protagonizado adaptaciones de libros, como Emma Watson, Jennifer Lawrence y Kristen Stewart, no encajan al 100 por ciento con la personalidad de Shailene.

Aunque comparte la actitud despreocupada de Lawrence, y la saga “Divergent” podría ser tan exitosa como la de “The hunger games”, la amante de la naturaleza no permite que la fama se le suba a la cabeza y tiene los pies bien puestos en la Tierra.

 Tan es así, que la joven de 22 años hace sus propios productos de belleza, recolecta agua de manantial por sí misma y evita beber de recipientes hechos de plástico. 

También compra solamente ropa usada, prepara sus propios quesos e intenta tener un estilo de vida tan alejado de la sociedad industrializada como sea posible.

“Voy a ser una ciudadana del planeta y voy a ser responsable y vivir de la mano con la naturaleza en lugar de luchar contra ella constatemente”, reveló en The Hollywood Reporter.

Pero eso no significa que Shailene no esté dispuesta a hacer concesiones por Hollywood, siempre y cuando no deba abandonar sus principios. Por ello, en las alfombras rojas la vemos con atuendos de diseñadores célebres, pero jamás usando diamantes o pieles.

“Cuando estoy en la alfombra roja soy Shailene, pero también soy Shailene en una película. Estoy ahí por mi jefe, por quien me da empleo, y parte de eso es usar un uniforme”, explicó. 

En entrevista para Into the gloss, expresó que usar este “disfraz” es una cuestión de respeto.“Me pongo maquillaje para eventos y apariciones. Llegar a un talk show con Converse y sin maquillaje sería una falta de respeto. Ellos están bien vestidos y es su territorio (…), respeto lo establecido pero no sacrifico mi integridad”, señaló.

Además es sumamente espiritual, gracias a su abuela, quien practicaba medicina alternativa. Shailene no ha perdido sus raíces y  no intenta parecerse a ninguna otra actriz. Antes que todo, Shailene no es más que ella misma.