El amor con antidepresivos

Dolor de cabeza, trastornos del sueño y ansiedad son algunos de los efectos adversos de algunos antidepresivos.

Pero existe otro efecto secundario del uso de antidepresivos que no necesariamente es considerado por los profesionales de la salud: la alteración emocional, particularmente en la vida amorosa. 

Un nuevo estudio encabezado por el Dr. Hagop S. Akiskal, profesor de psiquiatría de la Universidad de California, en San Diego, revela que los antidepresivos afectan los sentimientos de amor hacia la pareja. 

Eugenia Rodríguez Eugenia Rodríguez Publicado el
Comparte esta nota

Dolor de cabeza, trastornos del sueño y ansiedad son algunos de los efectos adversos de algunos antidepresivos.

Pero existe otro efecto secundario del uso de antidepresivos que no necesariamente es considerado por los profesionales de la salud: la alteración emocional, particularmente en la vida amorosa. 

Un nuevo estudio encabezado por el Dr. Hagop S. Akiskal, profesor de psiquiatría de la Universidad de California, en San Diego, revela que los antidepresivos afectan los sentimientos de amor hacia la pareja. 

En el estudio, cuyos resultados serán publicados el próximo mes en la revista científica Journal of Affective Disorders, los investigadores compararon los efectos de dos clases de antidepresivos en la vida de pareja de 196 personas con depresión: inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), y los antidepresivos tricíclicos. 

En comparación con las mujeres, se encontró que los hombres que tomaban ISRS acudían con menor frecuencia con sus parejas para pedirles ayuda o consejos. 

En general, se encontró que, en comparación con quienes se trataban con antidepresivos tricíclicos, los pacientes que tomaban ISRS eran más propensos a decir que se sentían menos cómodos al compartir pensamientos y sentimientos con sus parejas. Y un menor deseo de que su amor hacia la pareja fuera permanente, reportó LiveScience. 

Otro hallazgo fue que las mujeres que estaban medicadas con tricíclicos se quejaban más sobre su vida sexual que los hombres que tomaban los mismos fármacos.

Akiskal advirtió que el especialista siempre debe preguntar al paciente si existe alguna alteración en su vida amorosa durante el tratamiento de la depresión, porque “la pérdida de deseo sexual y los sentimientos sexuales son manifestaciones comunes de la propia enfermedad depresiva”.

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil