El algoritmo chismoso

Tal vez nunca te gustaron las matemáticas y pensaste que una vez graduado de la escuela, nunca más las necesitarías. Pero, nos guste o no, están en todos lados. 

En la era digital, los algoritmos siempre están presentes y ahora uno de ellos podría facilitarle la vida a doctores, investigadores e incluso a ti mismo.

Rocío Aguilera Rocío Aguilera Publicado el
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Tal vez nunca te gustaron las matemáticas y pensaste que una vez graduado de la escuela, nunca más las necesitarías. Pero, nos guste o no, están en todos lados. 

En la era digital, los algoritmos siempre están presentes y ahora uno de ellos podría facilitarle la vida a doctores, investigadores e incluso a ti mismo.

Pedro Pinto, Patrick Thiran y Martin Vetterli de la Escuela Politécnica Federal de Lausana en Suiza (EPFL), desarrollaron uno que es capaz de identificar el origen de la información que circula en una red, es decir, puede ayudar a rastrear dónde inició una epidemia, un crimen, o hasta resolver quién esparció un rumor.

“Usando este método podemos encontrar la fuente de todo tipo de información circulando en una red, solo ‘escuchando’ a un número limitado de miembros de esa red”, explica Pinto en un comunicado de la EPFL.

El algoritmo –que imagina a cada persona como un punto o nodo– puede convertirse en un aliado muy poderoso para quienes deben realizar investigaciones penales o buscar el origen de una información en Internet, siempre y cuando exista una red que esté involucrada.

Su aplicación real podría ayudar a encontrar dónde inició el brote de enfermedades infecciosas como  cólera. “Probamos nuestro método con los datos de una epidemia en Sudáfrica. Modelando las redes de agua, ríos y de transporte humano, pudimos encontrar el lugar donde aparecieron los primeros casos de infección al monitorear solo una pequeña fracción de las poblaciones afectadas”, dice el científico de la EPFL.

El método también podría ser de gran ayuda en caso de ataques terroristas como los registrados en Tokio en 1995, donde se liberó gas tóxico en las estaciones del metro subterráneo.

“Usando este algoritmo, no será necesario equipar cada estación con detectores. Una muestra podría ser suficiente para identificar rápidamente el origen del ataque, y se podrían realizar acciones antes de que se extienda más”.

9/11

El sistema también se probó con los datos de lo ocurrido el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. Se hicieron simulaciones por computadora de las conversaciones telefónicas que pudieron haber ocurrido durante los ataques terroristas.

“Al reconstruir el intercambio de mensajes dentro de la red terrorista del 9/11, extraídos de las noticias dadas a conocer públicamente, nuestro sistema arrojó los nombres de tres sospechosos –entre los cuales se encontraba el sujeto que fue señalado como el autor intelectual de los ataques, de acuerdo con la investigación oficial”, señala Pinto.

Cuidado chismosos de FB

Si alguien se toma la molestia de esparcir un rumor sobre ti en Facebook y lo envía a 500 personas –entre tus amigos y amigos de tus amigos–, este algoritmo podría ayudarte a descubrir quién lo hizo.

“Analizando los mensajes recibidos por solo 15 a 20 de tus amigos, y tomando en cuenta el factor tiempo, nuestro algoritmo puede rastrear el camino de esa información y encontrar la fuente”. También puede identificar el origen de un mensaje de spam o un virus de computadora, usando solo un número limitado de sensores dentro de la Red. Aunque solo se ha probado ‘a posteriori’ (con cosas ya probadas), Pinto afirma que podría ser usado de forma preventiva.

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