El llamado “airepocalipsis”, un esmog asfixiante que descendió sobre Beijing en el invierno de 2012 a 2013, galvanizó a la población y alarmó al gobierno; sin embargo, información sobre la contaminación del aire –qué tan extensa es, cuánto daño hace– nunca fue precisa. Hasta ahora.
Según publicó The Economist esta semana, el gobierno respondió a la problemática instalando un sistema nacional que revisa la calidad del aire, el cual consiste en casi mil estaciones de monitoreo que identifican los niveles de varios contaminantes.
Científicos de la fundación sin fines de lucro Berkeley Earth analizaron exhaustivamente la información de los cuatro meses anteriores a agosto de 2014 y realizaron el mapa más preciso de la contaminación del aire en China hasta ahora.
Esmog generalizado
La conclusión: la contaminación del aire es altísima en toda China. Un 83 por ciento de la población está expuesta a aire cuyos niveles de contaminación son considerados peligrosos para la salud.
El director científico de Berkeley Research, Richard Muller, dijo que respirar el aire de Beijing equivale a fumar casi 40 cigarrillos diarios y calcula que dicha contaminación causa 1.6 millones de muertes en China; es decir, 17 por ciento del total de decesos.
No obstante, el estudio también encontró que algunas ciudades principales en China no están tan contaminadas como otras. Identificar qué es lo que están haciendo bien, indica The Economist, sería un primer paso para reducir el esmog en otros lugares.