Existe una creencia que apunta que la salud mental de las mujeres puede deteriorarse luego de un aborto inducido; sin embargo, varios estudios se han dedicado a responder los mitos acerca de este tema.
¿Qué se sabe?
En una investigación realizada en 2020 y publicada en la revista Culture, Health & Sexuality reveló que, al momento, no existe ninguna evidencia sólida que respalde la idea sobre que el aborto inducido afecte la salud mental.
Sin embargo, el estudio precisó que sí existen prejuicios sociales acerca del aborto que han provocado malestar emocional en algunas personas que interrumpieron su embarazo.
El síndrome postaborto
La investigación reveló que el 95% de mujeres que participaron en estos estudios aseguró que tomó la mejor decisión, por lo que se consideró que el llamado síndrome postaborto es falso.
La evidencia muestra, a su vez, que luego de un aborto las mujeres pueden experimentar sensaciones de tensión y estrés que van desapareciendo con el tiempo.
Al contrario, cuando un aborto se lleva a cabo en contextos en los que las condiciones son inseguras y existen prejuicios y estigmas, las experiencias sí se tornan negativas y afectan la salud mental.
Incluso, se pueden desarrollar síntomas de depresión durante y después del procedimiento pese a que éste no deja secuelas.
¡Eso! 🤠
El Congreso de #Michoacán despenalizó el aborto en la cuna del aguacate mexicano. 🥑💚
Desde Tingambato hasta Pátzcuaro alcemos los pañuelos verdes porque #YaEsLey #QueSubaLaMarea 🌊💚 pic.twitter.com/637T7gB7QY— GIRE (@GIRE_mx) October 10, 2024
Michoacán despenaliza el aborto
Fue este jueves cuando el Congreso de Michoacán aprobó la despenalización del aborto hasta las 12 semanas de gestación, reafirmando así el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo.
Con 27 votos a favor, 6 en contra y 3 abstenciones, la mayoría de las y los legisladores optaron por eliminar cualquier castigo penal o administrativo contra las mujeres que decidan interrumpir su embarazo.
El debate sobre el aborto había generado intensas discusiones en las últimas semanas, polarizando a la opinión pública y movilizando tanto a activistas a favor de los derechos reproductivos como a grupos conservadores que se oponen a la medida.
No obstante, la mayoría de los legisladores optaron por garantizar el derecho a la interrupción legal del embarazo, argumentando que la reforma responde a un compromiso con la salud pública y los derechos humanos.