El haber ganado el Ariel como Mejor Actriz le dio un empujón a Edwarda Gurrola para seguir adelante, sobre todo con una pandemia de por medio que obligó a cancelar y posponer proyectos.
“Fue un abrazo al corazón para otra vez recomenzar y hacer nuevos puentes, lazos, con otros proyectos, entonces, estoy muy contenta de formar parte de unos que ya están por salir y de otros que se están cocinando”, explica la actriz, en entrevista con Reporte Índigo.
Uno de esos proyectos ya se puede disfrutar a través de Starzplay, es Señorita 89, una serie de época ambientada en la década de 1980 en México que sigue a las concursantes que se entrenan para el certamen Miss México.
“Aquí vemos los entretelones de este certamen, es un thriller, hay cosas muy oscuras y suceden muchas barbaridades a la par de la belleza, el glamur y las lentejuelas. Está todo este sistema de poder patriarcal detrás”, explica.
El personaje que interpreta Edwarda Gurrola se llama Luisa y es una especie de institutriz de las 32 participantes, además de ser la mano derecha de la matriarca. Ella está al tanto de todo lo que sucede en La Encantada, la hacienda donde se preparan a las aspirantes a reina de belleza durante tres meses.
“Es un personaje muy rico que está dentro de este equipo, pero también veremos en los capítulos que ella tiene una historia que contar”, dice la actriz.
Edwarda Gurrola enfatiza que no están tratando de develar “el hilo negro”, sino de mostrar qué cosas siguen pasando, acciones que en los 80 eran permitidas y que hora ya no son tan normales, pero que se deben seguir denunciando.
Señorita 89 se grabó el año pasado durante pandemia. Aunque estaba planeado hacerlo en tres meses, por el COVID-19 fueron cinco.
“La producción tuvo un súper cuidado; sin embargo, tuvimos que parar un par de semanas y retomar, lo bueno que lo pudimos lograr. Éramos un equipo de 250 personas de cajón, dos unidades, y, a veces, había escenas muy complejas con muchos extras. El equipo dio todo de sí y eso será el resultado que veremos de esta serie”, comparte.
Para la ganadora del Ariel, la serie tiene que ver con cuestionarse, sobre todo, qué es la belleza, cuánto crees que vales, y qué tienes adentro, porque, en ocasiones, los abusadores se aprovechan de una autoestima baja o de la ausencia de valores.
“Creo que es un espejo brutal, estremecedor, de cómo las chavas se pueden dejar manipular por poder o por querer ser la reina, pero qué tienes adentro y qué harás con eso”, se cuestiona la actriz.
La serie no busca educar ni ofrecer una solución al problema, más bien abrir la puerta para hablar y cuestionar un sistema de poder que trataba de sobajar a la mujer.