Desde hace 10 años, el centro Casa Maestr@ ha desarrollado clases y talleres para toda la familia.
Antes de que Marta Ostos fuera una madre de tres niños, veía en sus amigas más cercanas una vida agitada al lado de sus hijos, llevándolos de clase en clase sin que hubiera mucho tiempo para ellas.
De ese modo, Marta percibía que los lugares a donde los llevaban no aceptaban a personas adultas ni se enfocaban en otras actividades recreativas para los más chicos. Fue así que ella decidió tomar la iniciativa y hacer algo al respecto.
Junto a Ana Romo, su socia, fundó Casa Maestr@, un espacio en el que tanto niños como adolescentes y adultos pueden pasar su tiempo libre de la mejor manera: aprendiendo algo nuevo.
“Al principio nació como un club social donde el hijo iba a karate, la niña a ballet y la mamá a yoga, al mismo tiempo; la idea era acompañar a los niños para que fueran creciendo desde el curso psicoprofiláctico hasta todas las clases por las tardes; entonces, así fue cómo surgió, como un lugar donde se pudieran hacer todas estas cosas”, comparte Ostos.
Así, luego de 10 años con Casa Maestr@, Marta asegura que sin duda el enfoque del proyecto ha ido cambiando ligeramente, abriéndole más las puertas a las clases para adultos mayores y a los cursos online, un método al que le apostaron incluso antes de la pandemia.
Desde hace tres años, este centro ha brindado opciones virtuales para todos los interesados, como las madres y padres quienes, por cuestiones de trabajo, no pueden acudir a sus clases de manera presencial.
Para Marta, es claro que la asistencia de los participantes a las clases virtuales aumentó debido al confinamiento, y aunque le seguirán apostando a lo digital en el futuro, aún les gustaría abrir sus espacios a un mínimo de personas.
En entrevista, Ostos afirma que además de brindar clases y talleres para toda la familia, otra de las cualidades que diferencia a su proyecto de otros centros educativos es que tienen a su lado a personas especializadas en cada tema que le ofrecen a la gente.
Antes de promocionar una clase en sus plataformas, como Lactancia materna, Historia Universal o Protocolo y etiquetado en la mesa, Marta, junto con su equipo, entrevistan al posible profesor o profesora para verificar su método de enseñanza.
“La otra gran diferencia es que yo, Marta Ostos, no soy la que da los cursos, me he rodeado de pura gente buena que los da sobre su especialidad, porque luego hay sitios donde dan muchas clases, pero es la misma persona la que las da; o también pasa que están enfocados en un solo tema, y aquí hay expertos en Parto Humanizado o tenemos a una pediatra especializada en Primeros Auxilios”, dice Ostos.
Para tener a su lado a grandes especialistas, Casa Maestr@ mantiene alianzas con diferentes organizaciones como dantza, talento en movimiento; Vivir mejor, coaching, y el Centro de Estimulación Temprana, por mencionar algunas.
‘Los papás no podemos saberlo todo’: Casa Maestr@
Casa Maestr@ es, para su fundadora, un espacio que volteó a ver no sólo a los niños, sino a quienes se dedican a ellos, sus padres, personas que en ocasiones prefieren no inscribirse a una clase porque, para algunos, ya es tarde para aprender algo nuevo.
Sin embargo, Ostos remarca la importancia de que los adultos asistan a cursos y talleres, pues eso los hace personas más capaces.
“Lo que pasa es que luego los papás no creemos que necesitamos herramientas hasta que las tomamos y nos damos cuenta que la vida te es más fácil con herramientas. O sea, los papás no podemos saberlo todo”, afirma Marta.
De acuerdo con ella, las generaciones más grandes vivían creyendo que lo podían hacer todo intuitivamente o como les decían sus mamás o abuelas, y la verdad es que, al paso de los años, los adultos se han dado cuenta de que las herramientas pueden convertirlos en mejores personas.
Casa Mestr@ ofrece una variedad de clases que van desde Primeros Auxilios hasta Historia Universal y Los tres pilares de la imagen
Marta comparte que, desde su experiencia personal, estas le han ayudado mucho en temas como el cambio de pañales en los niños, pues es todo un proceso para que los más chicos no tengan problemas de autoestima o los propios padres no lleguen a enojarse con ellos.
“Incluso también si a los y las niñas les explotas sus talentos y cualidades, se desarrollan mejor, así que creo que los papás tenemos que ser conscientes de que sí necesitamos educarnos para ser mejores padres, y no nada más hacerlo intuitivamente”, rescata Marta.
Con esa perspectiva, Ostos invita a la gente a expandir su conocimiento para que no solamente tenga una vida más beneficiada, sino que la pueda compartir con su familia.