Los últimos meses marcaron un antes y un después para la humanidad, se tuvieron que tomar decisiones que, quizá, cambiaron el rumbo de la vida. Así fue para Esteban López, mejor conocido como E-LHOY, un estudiante de arquitectura decidido a tener su propio despacho, conseguir una maestría en el extranjero y ser el mejor arquitecto mexicano; sin embargo, la pandemia cambió sus planes.
El cantante encontró durante el confinamiento la oportunidad para entrar al medio musical ayudándose de la plataforma TikTok. Por lo cual, a un año y medio de este logro, lanza “Bendita Diabla”, sencillo con el que hace su debut en el medio.
“Encontré una distracción, un hobby que se convirtió en carrera. Es algo muy bonito porque un año después de sacar mi primera canción me puse una meta, dije ‘tengo un año para demostrarme que soy capaz de hacer esto de manera profesional y ya no como un jueguito’”, cuenta E-LHOY en entrevista para Reporte Índigo.
A partir de este momento, la respuesta y el amor de la gente fue algo que nunca había visto ni esperado, convirtiéndose en su motivación para seguir en el camino de la música.
Actualmente afirma que sí tiene un compromiso y una disciplina para escribir, no hay una fórmula secreta o manual para componer. Por ejemplo “Bendita Diabla”, surgió de una manera en la que nunca había trabajado.
“Nació de un comentario de una seguidora de TikTok que propuso hacer algo inspirado en 50 Sombras de Grey, en su momento fue super popular y a los chicos morbosones les gustaba el tema, era algo que podía resonar con nuestra audiencia y lo intentamos, utilizamos su inspiración y de ahí salió esa rola coquetona y sensualona”, relata.
Un plus es que todo el proceso para la creación de la pieza fue documentado, esto ayuda a que la gente se sienta parte del proyecto, algo en lo que cree las redes sociales y Tik Tok están marcando pauta y dirección para la música.
“Hemos intentado hacer la imagen de un chico aprendiendo conforme va avanzando, siempre ese enfoque de dar el update de cómo vamos, ahora cómo hacemos música, cómo se graban los videos, para que la gente se motive en hacer sus proyectos, ya sea en la música o en otra cosa”, aclara.
Y aunque el joven cantante ya ha cosechado grandes éxitos, como lograr con su primer sencillo “Oye Baby”, las 10 millones de reproducciones en TikTok, aún no termina de creer el trayecto transcurrido.
Fueron seis meses de exploración, de pensar qué quería proyectar con su música y, principalmente, que fuera algo que a él le gustara y así hacer clic con la gente.
“Ha sido un proceso de aprendizaje donde me obligué a aprender de producción, teoría musical, instrumentos, un poco de todo. Cuando supe el enfoque que quería hacía mi creación musical, y si lo sacaba y no me daba pena que lo escucharan mis amigos, dije va, es momento, no pierdo nada, estamos en si le va bien chido, sino no pasa nada” explica.
Esto representó un gran reto, pues era lanzarse al universo gigante del TikTok: “lo hicimos de una manera muy orgánica y la gente se relacionó mu- cho con esto, porque le quité toda la seriedad al asunto de hacer música, lo conté como un chamaco haciendo música en mi recámara, pero si te gusta lo que dice, pues escúchalo”, declara.
