Duquesa como ninguna otra
"A descansar en la muerte", suelen responder aquellas personas que, sin importar la edad que tengan, se caracterizan por su energía y vitalidad. Como la decimoctava duquesa de Alba, María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, quien, rodeada de sus seis hijos y marido, Alfonso Díez –un hombre 24 años menor, con quien se casó por tercera vez, a los 85 años–, murió a los 88 años en Sevilla, en su residencia del Palacio de Dueñas.
Eugenia Rodríguez“A descansar en la muerte”, suelen responder aquellas personas que, sin importar la edad que tengan, se caracterizan por su energía y vitalidad. Como la decimoctava duquesa de Alba, María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, quien, rodeada de sus seis hijos y marido, Alfonso Díez –un hombre 24 años menor, con quien se casó por tercera vez, a los 85 años–, murió a los 88 años en Sevilla, en su residencia del Palacio de Dueñas.
Excéntrica, franca, de carácter fuerte, rebelde, una mujer de mundo… La popular aristócrata, apasionada del arte, el cine, los toros y el flamenco, ostentaba el mayor número de títulos nobiliarios de Europa. Más de 40 títulos nobiliarios. También era hija predilecta de Andalucía, de Sevilla. Recibió la Medalla de Oro de Madrid y de Bellas Artes.
La 14 veces Grande de España y Jefa de la Casa de Alba llevó una vida (social) intensa.
Jackie Kennedy, el Príncipe Carlos, Yves Saint Laurent, Cary Grant, Tom Cruise y hasta Sofía Loren son algunas de las múltiples personalidades con las que Cayetana se relacionó en vida. Era amiga de Grace Kelly.
Como era amante del séptimo arte, su tercer marido, Díez, le instaló una pantalla de cine para que disfrutara de sus películas favoritas como “Retrato en negro”, de Lana Turner y Anthony Quinn; “Gigante”, con Rock Hudson, Elizabeth Taylor y James Dean y “Lo que el viento se llevó”, con Vivien Leigh, Clark Gable y Olivia de Havilland, reportó El País.
El diario español informó que Doña Cayetana incluso llegó a contar que el mismo Picasso la invitó a ser su modelo para una nueva versión del cuadro “La maja desnuda”, pero la invitación no trascendió por la oposición de su entonces esposo Luis Martínez de Irujo.
La duquesa nació en Madrid el 28 de marzo de 1926, en el Palacio de Liria, que, junto con el Palacio de Monterrey, en Salamanca, y cuatro castillos en Galicia, entre otras propiedades, forma parte del extenso patrimonio monumental e histórico de la Fundación Casa de Alba, creada en 1975.
Ahí, en el Palacio de Liria, se encuentra el primer mapa de América trazado por Cristobal Colón, una de las tantas grandezas conservadas como parte de un archivo histórico valorado en 41 millones, según cifras publicadas en 2011 por El País.
Forbes llegó a estimar que la fortuna de la mecenas rondaba los 3 mil millones de euros, lo que la convirtió en una de las mujeres más ricas de España.
Si bien nació en la capital española, la Grande de España pasó el resto de sus días viajando por el mundo. Recibió una educación privilegiada –hablaba cinco idiomas– en París y en Londres, país al que partió junto con su padre, Jacobo Fitz-James Stuart, mientras transcurría la Guerra Civil (1936), pero donde le tocó vivir en carne propia la Segunda Guerra Mundial.
La duquesa de Alba también fue educada por su abuela materna, tras el fallecimiento de su madre a causa de la tuberculosis, María del Rosario de Silva y Gurtubay, cuando ésta apenas tenía ocho años de edad.
Cayetana era sevillana de corazón. Como dijo el sacerdote Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp en el Ayuntamiento de Sevilla: “ella tenía una espina clavada: haber nacido en Madrid”. Pero “para ser un sevillano de los pies a la cabeza uno tiene que morir en Sevilla”.