Los drones son multifacéticos. Apenas estamos digiriendo la idea de que estos pequeños robots no solo se utilizan para fines bélicos, sino que también son el nuevo transporte de paquetería cuando nos enteramos de que éstos, también, pueden formar parte del elenco de un espectáculo de la talla de Cirque du Soleil.
Porque los drones pueden bailar. Muestra de ello es “Sparked”, un cortometraje protagonizado por 10 cuadricópteros –disfrazados de pantallas de lámparas– que participan en una interactiva danza aérea.
El video, “una interacción en vivo entre humanos y máquinas voladoras autónomas”, es obra de Cirque du Soleil, en colaboración con el Instituto Federal de Tecnología de Zúrich, en Suiza (ETH, por su siglas en alemán) y Verity Studios.
Según Wired, esta coreografía es resultado de algoritmos que capturan datos de los robots y un sistema de captura de movimiento que actúa como un GPS en interiores.
El trabajo con drones potenciados de forma algorítmica no fue nada fácil. Markus Hehn, investigador del ETH de Zurich, explicó a la revista estadounidense mencionada que operar a drones que en el aire danzan en cercanía hace que su control sea aún más difícil “ya que el aire que empuja las hélices de un robot va a afectar el movimiento de otros robots cercanos. Los algoritmos utilizados para controlar muchos robots deben ser robustos para estos efectos”.
A esto se refiere el concepto de “cuadricópteros atléticos” o máquinas capaces de pensar y resolver problemas físicos como un humano, valiéndose de algoritmos que las “empujen más allá de sus límites”, como explicó el profesor del ETH de Zurich Raffaello D’Andrea, durante una demostración que realizó con estos robots voladores en una conferencia de TEDGlobal, en 2013.
D’Andrea y sus colegas del ETH Zurich crearon The Flying Machine Arena, “un espacio donde los robots voladores viven y aprenden”, y donde precisamente se rodó “Sparked”.