Dr. Tattoo, medicina aplicada al tatuaje

¿Te imaginas que un médico te tatúe? ¿Puedes creer que las técnicas que emplea reduzcan el dolor y garanticen un proceso higiénico? El proyecto de Dr Tattoo lo hace y además baja los riesgos de contraer una infección y da la posibilidad de utilizar algún anestésico.

El primer estudio de tatuajes dirigido y supervisado por los hermanos Michel y Jaime Vázquez, quienes estudiaron Medicina en la Universidad de Guadalajara, está al interior del Hospital Pedro Loza, lo que facilita la esterilización de todos los instrumentos.

“Nosotros empezamos a tatuar por el gusto del tatuaje como tal, de hecho fue idea de mi hermano. Tatuábamos con técnica tradicional y fue nuestro padre, él es cirujano oncólogo, el que nos dijo que podíamos aplicar lo que hemos aprendido en las cirugías”, menciona Michel Vázquez, en entrevista con Reporte Índigo.

Tienen casi 10 años como asistentes de su papá, Jaime Vázquez, doctor del Instituto de Cancerología y médico privado.

“Fue como abrir los ojos cuando él nos dijo que el tatuaje podía ser realizado con un procedimiento de nivel quirúrgico para evitar infecciones locales o infecciones graves”, plática el médico general.

Michel ha contado con el apoyo de su familia para desarrollar su lado artístico, pero también tuvo la exigencia académica de sus padres.

“Sí hubo cierta presión, me dijeron ‘tienes que terminar tus estudios universitarios’, eran bastante estrictos en ese sentido. El tatuaje y la medicina fueron amores divididos, lo que sirvió para poderlos mezclar”, expresa.

Menos dolor, más higiene

En México, las modificaciones corporales están reguladas en la Ley General de Salud. Sin embargo, ésta sólo establece que no podrán someterse a estos procedimientos menores de 18 años o quienes no padezcan de sus facultades mentales, a menos que tengan la autorización de los padres o tutores.

Dr Tattoo tiene sus propios principios. Se distingue por sus técnicas de esterilización realizadas en una unidad médica.

“Tenemos una persona circulante para que el tatuador no tenga contacto con ningún material más que el área estéril; la mesa se monta en un quirófano”, dice.

El no reutilizar ni siquiera la tinta y el untar la vaselina con abatelenguas son reglas básicas en este estudio de tatuajes.

“Ésta no viene envasada con lineamientos de higiene, no viene esterilizado el contenido, por lo que la utilizamos como una barrera entre la tinta y el área a tatuar, y complementamos con un ungüento con anestésico, preparado para procedimientos médicos”.

El especialista desmiente la creencia de que el anestésico no funcione durante el procedimiento del tatuaje. El error está en utilizarlo en aerosol, ya que no atraviesa la epidermis.

Así, una de las primeras técnicas para disminuir el dolor que desarrollaron los expertos de Dr Tattoo fue aplicar el pigmento a la par que el anestésico no líquido, sino aplicado como ungüento.

“Analizando cómo es el procedimiento del tatuaje y cómo es que a la piel hay que introducirle el pigmento a través de la aguja, fue como desarrollamos la estrategia”, revela.

Antes de realizar esta práctica, los médicos hacen una evaluación a los pacientes para descartar alergias.

“Al utilizar el anestésico a cierta concentración, tiene que ser supervisado y preescrito por un médico, lo que ha obstaculizado que se dé a conocer que existen metodologías para disminuir el dolor 30 por ciento”, argumenta.

Para Michel Vázquez la salud va más allá del cuerpo; también considera a la mente. Por ello, en Dr Tattoo han desarrollado estrategias para quien tiene problemas de percepción del dolor.

“Hay personas cuyo cuerpo interpreta distinto las sensaciones, por ejemplo, lo que a uno puede no causarle dolor o dolor insignificante, a otros les hace manifestar reacciones”, dice.

El uso de analgésicos también contribuye a disminuir el dolor entre 60 y 80 por ciento y se emplean en tatuajes reconstructivos.

“Hay personas que tienen manchas en la piel, o personas con vitiligo, con áreas bastante amplias y donde necesariamente es más doloroso el procedimiento porque hay que llegar al tono del color”, afirma.

Y aunque una menor cantidad de personas lo requiere, el estudio Dr Tattoo cuenta con un anestesiólogo para realizar un proceso de sedación.

“El anestésico inyectado para trabajar el tatuaje puede modificar el pigmento en la dermis, por lo que esa no es una opción. Lo que hacemos es suministrar medicamentos para que el paciente esté completamente relajado como un procedimiento médicoquirúrgico de mediana duración”.

Profesionalización y no discriminación

 En México, una de cada 10 personas tiene un tatuaje, es decir, al menos 12 millones de mexicanos están tatuados, según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred). La mayoría no sobrepasa los 20 años de edad, son jóvenes.

La Ley federal para prevenir y eliminar la discriminación señala que quien tenga tatuajes o perforaciones no puede ser discriminado por ningún motivo laboral y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) comenzó el reclutamiento de personal para el Ejército y Fuerza Aérea, donde por primera vez en su historia, acepta a personas con tatuajes.

Para Michel es un hecho: la percepción que la sociedad tiene de la gente tatuada está cambiando. Para él es momento de que el proceso de realización de este arte corporal se profesionalice.

“La higiene, en relación con el tatuaje, daña la imagen de la gente tatuada. Incluso, es más el miedo de pensar que no van a aguantar y que el tatuaje va a quedar incompleto que el temor al dolor”, dice.

Parte de la apertura es que su primer estudio esté ubicado al interior de un hospital de monjas. Y que hace dos meses, Dr Tattoo abrió su segunda sucursal en Guadalajara. “Sabemos que poco a poco irán mejorando las condiciones en las que se desarrollan los tatuajes”, expresa.

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