Un médico le envía a su paciente el enlace para una videollamada en la plataforma doxy.me, después de que solicitó los servicios de telemedicina. Ambos colocan su nombre, prueban la cámara y el micrófono.
Entonces, comienza la teleconsulta. La entrevista médica en la que el especialista pregunta a su paciente el motivo de su cita y en la que existe la posibilidad de realizar un diagnóstico, seguir un tratamiento, prevenir enfermedades, investigarlas y evaluarlas a través de la pantalla.
“Doxy ha sido diseñada por doctores para doctores, el flujo realmente imita el trabajo clínico habitual. Primero llega el paciente, pasa a la sala de espera para iniciar la llamada y el proveedor controla toda la experiencia, qué actividades realizar en la plataforma y también le indica cuándo termina. Está creada específicamente para médicos, no para gobierno, no para educación, no para negocios, sino para cuidado de la salud”, explica Brandon Welch, director general de la plataforma, en entrevista con Reporte Índigo.
La telemedicina es el uso de la tecnología para brindar atención médica estándar en tiempo real, de forma remota. Funciona para servicios complementarios como diagnósticos inmediatos, la obtención de una segunda opinión por parte de un especialista de un área determinada, para el apoyo en vivo de un médico o para la interpretación de estudios clínicos.
“La telemedicina es una promesa de superar muchas de las barreras que existen en la medicina y el cuidado de la salud, porque la geografía ya no constituye un factor. La gente ya no tiene que viajar una hora para recibir atención, puede manejarlo por video”, expresa Welch.
Con la tecnología, Doxy busca eliminar las barreras causadas por la distancia, el acceso al transporte, el tiempo entre visitas y la disponibilidad de citas médicas. El uso de la plataforma no tiene costo.
“Lo que Doxy ofrece a la telemedicina es, sobre todo, simplicidad y un acceso sencillo. No se requiere ninguna descarga ni ninguna configuración compleja, cada proveedor de salud tiene su propia liga que manda a las personas con las que se va a reunir”, asegura, pues basta con un dispositivo con acceso a Internet.
Welch comenta que otra de las ventajas de Doxy es la privacidad. La gente no necesita crear ninguna cuenta ni tener una contraseña, de manera que no hay información guardada que se pueda robar.
“Debido a que doxy.me ha sido diseñada para el cuidado de la salud tiene que cumplir con normas especiales, en todas las versiones, ya sea gratuitas o con costo, con leyes de privacidad relacionadas a la salud. No se almacena ningún dato ni ninguna información y los datos en tránsito están encriptados”, afirma sobre el chat en vivo.
Pandemia: auge de videoconsultas
La pandemia de COVID-19 obligó al confinamiento. Había pacientes que preferían dejar de ir al médico para evitar salir de casa y arriesgarse al contagio de coronavirus o, por el contrario, que al presentar síntomas optaban por quedarse en casa para no afectar a nadie más.
En ambos casos, las consultas en línea fueron una opción. La Encuesta Consulta Médica, realizada por Close Up en 2020, revela que 49 por ciento de los doctores utilizó WhatsApp, 28 por ciento Zoom y el resto otras alternativas.
“La misma situación que a los americanos se le presentó a los médicos mexicanos: tuvieron que utilizar un medio para poder atender a sus pacientes como WhatsApp o Zoom. Pero no tenían ningún software disponible específico para telemedicina hasta ahora”, dice Brandon Welch.
El CEO de Doxy considera que mientras más se extiende la temporalidad de la pandemia, los proveedores de salud y los pacientes se habitúan a la telemedicina.
“La forma en que los proveedores suministraban atención médica tuvo que cambiar de la noche a la mañana y hay muchas opciones ahora para ofrecer telemedicina, pero 90 por ciento de los médicos antes no utilizaban esas soluciones. Sin embargo, inmediatamente, tuvieron que acudir a ellas”, precisa.
Debido a la pandemia de COVID-19, los doctores de Estados Unidos empezaron a utilizar Doxy. A un año de la contingencia sanitaria, la plataforma de Welch aumentó su popularidad.
“El coronavirus obligó a adoptar estas tecnologías y ya tenían muchas opciones, doxy.me era una de esas y se ha vuelto tan popular por su facilidad de uso, porque es muy amigable con el usuario”, menciona.
Doxy apuesta por México
Doxy surgió en 2014 con el propósito de que las personas puedan ejercer su derecho a tener acceso a los servicios de salud.
“El cuidado de la salud es un derecho fundamental, a nadie debería de negársele la atención sanitaria pero, por desgracia, la forma en que se administra y el costo de la atención médica a veces hace difícil para la gente el poderla cubrir. Todo esto hace que los servicios sean inconsistentes”, lamenta Brandon Welch.
La plataforma doxy.me es de origen estadounidense y tiene alcance en Canadá y en Nueva Zelanda, por ser países de habla inglesa. Ahora México es la primera apuesta en el idioma español.
“México está más o menos al mismo nivel que el resto de los países en telemedicina. Estados Unidos ha ido a la cabeza en las últimas dos décadas pero incluso muy pocos proveedores de la salud la utilizaban en el pasado con sus pacientes, es decir, no tenía gran penetración pero esto cambió con la pandemia de COVID-19”, señala.
Doxy ya cuenta con un equipo local y mil proveedores de salud listos para ofrecer sus servicios de telemedicina a los mexicanos y, posteriormente, a los latinos.
“México es un líder para América Latina y la razón por la que venimos primero que a ningún otro lado es porque creemos que sienta la pauta sobre cómo se deben hacer las cosas, es la plataforma de lanzamiento y tenemos esa esperanza de que a medida que doxy.me vaya prosperando con la población y los parámetros mexicanos servirá de ejemplo para el resto del mundo latinoamericano”, adelanta.