Dorian plasma los temas pendientes en su nuevo disco
Dorian presenta Ritual, uno de sus álbumes más eclécticos y arriesgados, con éste, además de marcar un nuevo comienzo musical, buscan plasmar un paisaje social y político de temas pendientes como el feminismo y el racismo
Karina CoronaEn los últimos años el mundo ha experimentado muchos cambios sociales sobre los que se necesita reflexionar y dialogar. Sobre todo, tras lo experimentado con la pandemia, cuando se necesita hacer una recapitulación de lo vivido.
Marc Gili, cantante, guitarrista y letrista de la banda Dorian expresa a Reporte Índigo que esto lo necesitaba reflejar en nuevas canciones. Tras un año de introspección, la banda originaria de Barcelona lanza Ritual, cuyos versos, el yo y el ego, son sustituidos por el “nosotros”.
“Ritual levanta la vista hacia la sociedad, muy post pandémico, en el sentido que se inquieta por hablar de lo que ocurre en la calle, de lo que ha pasado, ¿cuál es el paisaje después de la batalla de esta pandemia? Es un álbum muy pegado a la realidad social y política del mundo actual”, platica Marc.
Y aunque al inicio la sociedad pasó por momentos críticos, Marc considera que, como banda, nunca dejaron que su moral cayera, al contrario, para ellos fue la ocasión en la que dejaron que su creatividad creciera y fuera su principal motor para seguir adelante.
“Estamos en nuestro mejor momento, salimos reforzados, con una amistad más potente que nunca y con ganas locas de hacer disfrutar a la gente”, indica.
Un viaje a través de lo social
Ritual está compuesto por 11 tracks en los cuales se habla sobre el feminismo, las redes sociales, el acoso a la comunidad LGBTI o la gentrificación de las grandes ciudades.
Dorian recurre a reflexiones de filósofos como Séneca, quien decía que la vida humana no es corta, es suficientemente larga si se sabe aprovechar. Por ello, uno de sus sencillos “No dejes que pase el tiempo”, habla de vivir el ahora de una manera más sana y constructiva.
“Es sobre una pareja que está aprendiendo a comunicarse de una forma no violenta, ha perdido mucho el tiempo entre el reproche y el rencor. El mensaje es dediquémonos a disfrutar, vivir y cuando haya diferencias en lugar de destruirnos el uno con el otro, busquemos por qué el otro piensa diferente, seamos empáticos y así nos ahorraremos muchos disgustos y violencia”, cuenta.
La banda también quería posicionarse a favor del feminismo con el track “Techos de cristal”, con el que apuestan por un futuro cercano en el que las mujeres no sólo estén cada vez más presentes en las posiciones de poder, sino que una vez que estén ahí enseñen a los hombres a comunicarse de otra manera.
“Que ejerzan el poder no desde la testosterona, sino desde la empatía. No queremos a mujeres en posiciones de poder haciendo lo mismo que los hombres, sólo así lograremos, quizá, salvar a la humanidad de tanta guerra y desastre. Las políticas sociales se podrían llevar de una manera más eficaz”, opina.
Al menos, Marc cree que a él le gustaría que la gente fuera más solidaria y empática.
“Creo que en la pandemia nos hemos dado cuenta que estamos en un barco que se llama humanidad y que si no cuidamos el planeta donde estamos, nos vamos a ir todos a la mierda en este mismo siglo. La pandemia ha sido un buen aviso de esto, como una especie de ensayo”, comparte.
Un crecimiento sonoro para Dorian
La agrupación también marca un nuevo amanecer creativo, lleno de estímulos musicales. Con Ritual, Dorian disloca los parámetros de la música pop planteando un diálogo musical entre Europa y América.
“Si bien es cierto que algunas canciones que están enclavadas en el sonido clásico de Dorian; por ejemplo ‘Energía rara’, o ‘Tornado’, hemos introducido influencias y excitantes parámetros musicales como los beats caribeños”.
“El beat rap de ‘Techos de cristal’; ‘Dos vidas’, cancion construida con música negra, pero que mezclamos con sintetizadores de los años 80, hay muchos lenguajes musicales metidos en este ritual, estamos felices de haber concebido este nuevo renacer que nos dará muchas alegrías”, indica.
Este paso importante como banda creen que era sumamente necesario; crecer y evolucionar para poder mantenerse con las mismas ganas de crear música, de otra forma, no le verían mucho sentido a su propuesta.
Y aunque el reto es cada vez más complicado, ellos lo toman, pues es lo que les da vida.
“Una banda tiene que evolucionar musicalmente para mantenerse excitada y tener el nervio creativo, si sigues haciendo lo mismo acabarás moderreando como un viejo matrimonio”, señala.
De esta forma, Marc opina que al tener en cuenta el factor de qué más le ofrecerán al público, los retroalimenta; incluso, desde un punto de vista comercial.
Aunque actualmente han conseguido un sonido contemporáneo y se encuentran en uno de sus mejores momentos, Dorian no busca los estilos de moda, consideran que han podido mantenerse vigentes por casi 20 años gracias a su esfuerzo y dedicación siendo honestos con ellos mismos.
“Ritual no está adscrito a las imposiciones de las fórmulas de hoy. Es suigeneris, la industria no tiene poder sobre Dorian, Dorian impone su estilo, lo tenemos clarísimo, pero eso no nos ha impedido evolucionar”, cuenta.
Como pocas agrupaciones, la banda ha consolidado un estilo muy propio, el cual está enriquecido con más capas sonoras.
Por ello Dorian celebra este presente, llegar a nuevas latitudes geográficas y sonoras con la fortuna de vivir su sueño, seguir creando música.
“La vida nos ha tratado bien, nos ha permitido ganarnos el sustento haciendo de nuestra música lo que nos ha dado la gana y eso es la máxima definición de éxito. Lo que más me llevo es descubrir culturas lejanas y conocer gente interesante por el mundo”.
“Es un privilegio la vida que tenemos los músicos, es dura por momentos, porque estar de gira puede ser humanamente desgastante, pero no viajamos con la mirada de turista, sino como si estuviéramos dentro de una nave espacial, como el halcón milenario de Star Wars que nos permite ser jedis y, profundizar en las culturas, calles y barrios, eso es maravilloso”, puntualiza.