La Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene 15 agencias especializadas, organismos autónomos creados con la finalidad de atacar problemas específicos o fomentar el desarrollo de áreas concretas.
Como la UNESCO, la FAO y la OMS, que se encargan de la educación y ciencia, la alimentación y agricultura, y la salud, respectivamente.
Pero, para muchos, existe un nicho que no ha sido cubierto: el medio ambiente.
El especialista en sostenibilidad e investigador de la Universidad College London, Lucien Georgeson, explica en un artículo en The Conversation que las discusiones para la creación de una Organización Mundial del Medio Ambiente (con las siglas tentativas WEO, en inglés) comenzaron hace 40 años, pero nada se ha concretado.
En 1973, la ONU creó el Programa Ambiental de las Naciones Unidas (UNEP, por sus siglas en inglés), pero la reforma no fue lo suficientemente profunda: esta institución, por su calidad de programa, recibe un presupuesto menor que las agencias especializadas y no tiene la capacidad de influir en la creación de políticas.
Un pequeño cambio se concedió en el 2012, cuando se decidió permitir que cualquiera de los 193 estados miembros de la Organización pudieran participar en el Consejo del UNEP, y se le asignó un presupuesto mayor. Sin embargo, la voz del programa sigue siendo débil.
La necesidad de una WEO ha sido reconocida en la ONU, que ha formado parte de más de 500 acuerdos multilaterales sobre el tema. Pero el UNEP tiene solo 15 oficinas en el mundo, mientras otros programas tienen más de 150.
La WEO no solamente recibiría más presupuesto –como las agencias especializadas–, sino que ofrecería una mejor coordinación en lo que se refiere al medio ambiente.
“La reforma del UNEP es un paso en la dirección correcta, pero el trabajo está listo”, explica Georgeson. “El Consejo Económico y Social de la ONU podría crear una nueva agencia especializada y el movimiento es apoyado por 35 países, pero no por Estados Unidos, Rusia o China (…). La WEO parece un sueño lejano”.