Una supuesta especialista médica, la doctora Marilyn Cote, fue desmentida y exhibida en redes sociales por un grupo de médicos. La mujer ofrece servicios de psiquiatría y psicología en Puebla, y también aparentemente en San Diego, California, en Estados Unidos.
La supuesta médica fue desmentida por la página “Charlatanes Médicos”, donde se presentaron pruebas de que la mujer no cuenta con la preparación necesaria para ofrecer los servicios que actualmente oferta.
En esta cuenta detectaron que la doctora Marilyn Cote incluso tiene un canal de YouTube en el que difunde información y su propia página de internet donde las personas agendan sus citas de psiquiatría.
Sin embargo, las pruebas parecen indicar que en realidad solamente se trata de una identidad falsa que construyó para Internet. Lo alarmante de la situación es que incluso presuntamente recetó medicamento controlado sin contar con la autorización legal para hacerlo.
¿Quién es la doctora Marilyn Cote y por qué la “tunden” en redes?
Según la cuenta de X que exhibió a la mujer, Marilyn Cote cuenta con una maestría en Criminalística en el Colegio Libre de Estudios Universitarios; tiene un doctorado en psicología en la Escuela Libre de Psicología y también es licenciada en Derecho por la Benemérica Universidad Autónoma de Puebla. Esta información fue contrastada por medios como Infobae.
Si bien la Cote cuenta con estudios de doctorado y profesionales en general, ninguno de ellos se relaciona directamente con los servicios que ofrece. Además, no tiene la autorización legal requerida para la receta de medicamentos controlados.
Además, usuarios en redes sociales encontraron más evidencia de la posible farsa construida por la doctora. Al parecer, en su sitio es posible agendar cita con varios especialistas, pero al indagar en Internet, las fotografías de los especialistas resultaron ser modelos de productos de Amazon o similares.
Esta situación llamó la atención de la comunidad médica en general. Algunos especialistas consideraron que era un problema de salud en caso de que las recetas que la mujer daba se hayan surtido sin antes revisar que tuviera la autorización correspondiente.