El escenario era el ideal. Una premiación musical que tiene cobertura en todo el mundo y que mantiene atentos a gran mayoría de los habitantes de los Estados Unidos hacía una breve pausa a los actos protocolarios para dar pie a la música.
Era el turno de una de las bandas más representativas de rock-pop contemporáneo. Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen Jr. se adueñaron de un escenario montado al pie de la Estatua de la Libertad.
U2, banda de origen Irlandés, hizo sonar sus instrumentos de una forma que parecía rendirle tributo al monumento que durante muchos años le dio la bienvenida a los migrantes que buscan la oportunidad de trabajar y tener una mejor vida.
“Vivan los países de mierda que nos dieron el sueño americano”, gritó Bono acompañándose de los últimos acordes de su último sencillo, “Get Out of Your Own Way”.
Lo hizo a través de un megáfono y con eso dio un simbolismo más importante a su mensaje, en clara referencia a los dichos del presidente Donald Trump, quien durante los primeros días de este año llamó “agujeros de mierda” a El Salvador, Haití y varios países africanos.
Bono quería que lo escucharan, que su protesta llegara a los oídos de ellos, los que fueron ofendidos por las palabras Trump, y también por aquellos que no saben valorar ni reconocer el aporte de los migrantes y refugiados.
Pero la intención de vocalista de U2 no tuvo el efecto deseado… Al menos no en el prime time de la televisión. Los encargados de la producción de los Grammys decidieron que no querían un discurso con fines políticos tan directo en su espectáculo y lo censuraron.
Las personas que vieron la ceremonia de premiación en su televisión no fueron cómplices de U2 en su reclamo y sólo disfrutaron de su actuación musical.
Pero Bono y su banda no se quedaron con los brazos cruzados y decidieron usar otra arma para difundir ese grito; hasta el medio día de este 30 de enero, el “vivan los países de mierda que nos dieron el sueño americano” ya fue escuchado más de 424 mil veces. Y la cifra seguirá creciendo.
No es la misma cantidad de personas que lo pudieron haber visto en TV, pero gracias a Internet ese reclamo no será efímero. El canal de YouTube de la banda servirá como una vitrina para que todos los que tengan acceso a la red vean y escuchen cuantas veces quieran ese grito de indignación que se transformó en apoyo a los migrantes y refugiados.
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