Recientemente, un equipo de investigadores japoneses y estadounidenses publicó un estudio en la revista científica JAMA Internal Medicine, el cual reveló que la dieta vegetariana es la mejor opción para mantener la presión arterial a raya.
También aseguró que es una alternativa viable para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Y es que está comprobado que los vegetarianos tienen menor riesgo de muerte y menos probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas, como reportó un estudio encabezado por la Universidad de Loma Linda, en California.
Sin embargo, pese a que llevan un régimen alimenticio sano, las personas que no comen carne son más propensas a considerarse menos saludables, al compararse con las que sí la consumen, según un estudio realizado por el Instituto de Medicina Social y Epidemiología de la Universidad Médica de Graz, en Austria.
Los vegetarianos también tenían mayor predisposición a pensar que su calidad de vida es menor, considerando factores como salud física, relaciones sociales y medioambiente.
Además, tienden a acudir con mayor frecuencia al médico por problemas físicos. Pero van menos a aplicarse vacunas y/o realizarse chequeos.
“Los vegetarianos indicaron que tenían una condición de salud subjetivamente peor, más restricciones de salud y alergias y una mayor incidencia de cáncer y enfermedades mentales”, dijo a The Guardian el epidemiólogo Nathalie Burkert, quien encabezó la investigación.
Burkert aclaró que no se puede concluir cuál es la causa y el efecto entre la dieta vegetariana y una vida poco saludable, por lo que se necesita realizar mayor investigación del tema.
Para llegar a esta conclusión, los expertos utilizaron como base 15 mil casos que fueron divididos en distintos grupos nutricionales, para analizar así factores como sexo, edad y estrato socioeconómico de los vegetarianos que participaron.
Los científicos consideraron que aunque el estudio se centró en población austriaca, los hallazgos son relevantes para la mayoría.