Los corales comen al percibir la presencia de alimentos por medio de receptores, los cuales ahora se activan –junto con el apetito– al entrar en contacto con los químicos que emiten los plásticos, provocando que ahora estas especies marinas consuman plástico y otros contaminantes, tal como lo determinó una investigación a cargo de Alexander Seymour y Austin Allen, quienes forman parte de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte.
Los corales también son víctimas del calentamiento de los mares y la contaminación de los mismos.