El director del INAH afirmó que su continuidad dependerá de las necesidades de la institución y enfrentará desafíos en la preservación arqueológica. Foto: Especial

Diego Prieto: “El INAH es tan fuerte que no importa mucho si lo dirige Chana o Juana”

Investigadores como Leonardo López Luján y Bolfy Cottom cuestionan la ratificación del funcionario al frente del INAH, cargo que ocupa desde 2016, designado por Enrique Peña Nieto 

“La decisión de si continuar al frente del INAH por otros seis años podría requerir consultar con los ancestros difuntos. Yo me quedaré siempre que me necesiten, y si se requiere en otro ámbito, lo consideraré”, comentó el titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto durante la inauguración de la Etapa II del Templo Mayor.

No obstante señaló que, si decide dejar su cargo en el futuro, su interés está en la docencia y la investigación en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), especialmente en relación con los nuevos proyectos educativos impulsados por la Secretaría de Cultura y la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

Esta iniciativa, según su opinión, tiene como objetivo fortalecer la educación superior en el país, con un enfoque particular en las escuelas del INAH, muchas de las cuales enfrentan importantes carencias, ya sea en recursos o en la implementación de mecanismos de gestión más ágiles.

Respecto a quienes han manifestado su desacuerdo con su continuidad en el cargo, entre ellos el antropólogo Leonardo López Luján y trabajadores del INAH, expresó: “Tienen derecho a expresarse y han hecho pública su postura; no tengo ningún problema, los respeto y quiero a todos.

“Los desafíos son la necesidad de que con un nuevo gobierno se renueven expectativas, se genere una nueva planeación que defina prioridades, actualizadas y revisadas entre todos (…) para 2025 tenemos que trabajar codo con codo con la Secretaría de Cultura, para que, en los seis meses que establece la ley, contemos con el Plan Nacional de Cultura, inserto en el Plan Nacional de Desarrollo. Nosotros seremos parte del Plan Nacional de Cultura y eso hay que hacerlo con la opinión de todos”, destacó.

¿Cuál es la misión de Diego Prieto en el INAH?

En el encuentro con medios, el antropólogo consideró que los desafíos del INAH requieren la construcción de un proyecto colectivo, donde cada cambio de gobierno traiga nuevas expectativas, metas revisadas y planeación acorde al horizonte del sexenio.

Con la reciente actualización del reglamento de la Ley Orgánica del INAH, argumentó, se ha logrado consolidar una estructura, la cual permita a sus trabajadores opinar y elegir a sus representantes en los consejos consultivos y de área.

“Tras dos años de formulación y un extenso proceso con la Secretaría de Cultura y la presidencia, el reglamento, si bien perfectible, marca un precedente en la normatividad del INAH, junto con otros avances como la creación de criterios de intervención en monumentos históricos y zonas patrimoniales. Estos cambios buscan reducir la discrecionalidad en la toma de decisiones, que brindarán a la ciudadanía y al gremio un marco claro y transparente sobre los procedimientos en sitios de valor histórico y cultural”, agregó Prieto.

La misión del INAH, dijo, es un esfuerzo colectivo de un equipo que supera los siete mil 500 trabajadores, donde el diálogo abierto y la crítica constante son parte fundamental del desarrollo.

“El INAH es tan sólido y fuerte que no importa mucho si lo dirige Chana o Juana, claro con un perfil mínimo, pero lo que importa es que somos un equipo que trabaja unido, con libertad de pensamiento y un compromiso en favor del patrimonio cultural del país”, concluyó Diego Prieto.

Los pendientes del próximo sexenio

Diego Prieto, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), trabajará en diversos pendientes. Entre sus principales tareas están la preservación de los sitios arqueológicos, incluyendo las zonas impactadas por el proyecto del Tren Maya, donde se llevan a cabo trabajos de salvamento arqueológico y estudios de protección.

Además, gestiona la administración de 191 zonas arqueológicas abiertas al público y más de 160 museos, así como el manejo de un extenso acervo histórico y cultural. Otro de sus enfoques es la digitalización y catalogación de materiales arqueológicos, mediante la creación de una bóveda especializada que facilitará el acceso de la comunidad científica a información detallada sobre la civilización maya.

Sobre el Tren Maya

De acuerdo con Diego Prieto, el Tren Maya se encuentra en una fase de conclusión con un plazo para diciembre, en el que se espera finalizar gran parte de las obras, aunque algunos trabajos se extenderán hasta mayo del próximo año, debido a la expansión en su ruta que pasará por Balamkú (Campeche), El Hormiguero (Campeche) y Mayapán (Yucatán).

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