Diego Petersen presenta su más reciente obra, El Chacal, novela que desenmascara el papel del periodismo

El periodista y escritor mexicano Diego Petersen presenta su más reciente obra, El Chacal, una novela de ficción que narra el testimonio de un periodista que forma parte de los escándalos políticos más polémicos de los últimos años
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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El periodista y escritor Diego Petersen destaca en su libro El Chacal (Planeta) la urgencia de retratar la relación entre los medios y el poder actual. En esta obra, el testimonio de un periodista se entrelaza con personajes preponderantes de la vida política y social, como algunos presidentes, que son tomados de la realidad y colocados en un mundo de ficción.

La novela, contada en primera persona, narra cómo este periodista es testigo de arreglos políticos y acuerdos bajo la mesa entre empresas y funcionarios públicos. La motivación literaria del autor radica en desafiar sus propias habilidades al crear una narración continua, sin capítulos.

“Me parecía urgente en términos literarios hacer un retrato de la relación entre los medios y el poder actual. Y en términos formales también tenía ganas de hacer algo que me retara, fuera más complejo literariamente. La complejidad en esta novela está en que sea una narración a una sola voz, sin que sobre una sola palabra y con una velocidad vertiginosa.

Adalberto Zaragoza es un periodista joven y ambicioso que llega a la Ciudad de México para abordar la sección de política. Pronto se da cuenta de que, para progresar en su carrera, debe renunciar a sus principios éticos

“Y eso es lo que busqué, retratar el poder y hacerlo formalmente con una narrativa distinta a la que había estado haciendo en otras novelas anteriores”, revela el escritor a Reporte Índigo.

El autor enfatiza que, aunque la trama no refleja hechos reales, está contextualizada históricamente, permitiendo a la literatura recrear situaciones verosímiles. Los personajes políticos tienen nombres propios para trazar la línea del tiempo, mientras que los medios son representados como arquetipos del sistema mediático y su relación con el poder.

“No está basado en anécdotas, simplemente es la creación de un personaje que vive una situación y una relación con el poder. Los personajes históricos que aparecen con nombre y apellido, como Enrique Peña Nieto o Andrés Manuel López Obrador, cumplen la función de ubicar una línea del tiempo en la novela y en el desarrollo de los cambios en la relación con el poder.

“Un ciudadano nunca debería enterarse de cómo se hacen ni las salchichas ni las leyes, porque no vuelves a comer hot dogs ni vuelves a creer en la democracia. Y yo digo que tampoco se tienen que enterar de cómo se hacen los medios, porque ahí está de repente este halo de construcción, poco heroico, en el oficio”, opina.

El autor reflexiona sobre la falta de autocrítica en el periodismo, abogando por entender la función del periodismo como contrapoder y su papel en la sociedad.

Además, destaca la importancia de no sobrevalorar el impacto inmediato del periodismo en la transformación de la realidad, reconociendo que es la sociedad la que, a través del diálogo mediático, puede evolucionar hacia mejores o peores condiciones.

“Lo que retrato aquí no es al periodismo que es heroico y que tiene una función social muy importante, sino el periodismo en su dimensión de poder y su falso poder, sobre todo el ascenso y la caída del personaje”, abunda.

La línea ética en la información

Cuando se aborda la cuestión ética en el periodismo, la delgada línea entre la búsqueda de una historia, la obtención de información y su divulgación se convierte en un desafío.

Diego Petersen opina sobre la dificultad de visualizar esta línea, destacando la obsesión por incorporar la pregunta ética en el proceso periodístico. Señala la complejidad de este proceso continuo, marcado por límites y normas claras, y su reticencia a cuestionar el periodismo desde fuera debido a la naturaleza absorbente del oficio.

“Soy muy optimista en lo que se refiere al papel del periodismo, creo que sigue teniendo un papel fundamental en la sociedad, pero los periodistas tenemos que entendernos como contrapoder. No puede haber un periodismo en función de un proyecto de gobierno”
Diego PetersenEscritor

“El problema es que la línea es tan tenue, tan delgada, a veces aparente o tan difícil de ver, que por lo menos en mi caso, mi gran batalla como directivo de medios, era que siempre hablamos de la ética en pasado. Hay una angustia permanente en todos los que nos dedicamos a esto, y también decir, bájale dos rayitas: entiende que tú eres parte de un sistema de poder, tú no eres el poder, eso es lo que es la enseñanza de El Chacal, y creo que eso ayuda también a reducir la angustia”, concluye Petersen.

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