Una postal que no puede faltar el Día Internacional del Beso Robado es aquella en donde aparece un marinero y una enfermera besándose en Nueva York, ya que se trata de una de las fotografías más icónicas de todos los tiempos.
No solo porque Alfred Eisenstaedt, el fotógrafo, logró capturar el momento exacto en el que dos desconocidos se unieron en un beso, sino que por el contexto histórico, ya que fue tomada cuando la Segunda Guerra Mundial estaba a punto de terminar.
Esta es la historia del beso robado más famoso
Era un 14 de agosto de 1945, cuando los estadounidenses se enteraron que Japón se rendía definitivamente, luego de que Estados Unidos lanzara bombas atómicas en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
Este hecho marcaba el fin de la Segunda Guerra Mundial y por ello, muchas personas salieron a las calles a celebrar este hecho histórico, tal como el infante de la Marina de Estados Unidos llamado George Mendonça.
Él se encontraba viendo una película en el Radio City Music Hall, acompañado de una mujer, cuando comenzó a escuchar que el conflicto armado había llegado a su fin. Por este motivo, decidió festejar con ella y fueron a un bar.
Tras algunos tragos, también fueron a las calles con las demás personas. Fue en ese momento que llamó la atención de Alfred Eisenstaedt, el fotógrafo, ya que el marinero intentó besar a muchas otras mujeres antes que a la enfermera.
“En Times Square durante el día de la Victoria, vi a un marinero a lo largo de la calle que agarraba a todas y cada una de las chicas que se ponían a su alcance. Tanto si pudieran ser su abuela, fueran altas, delgadas o viejas, no hacía distinción”, relató Eisenstaedt en una entrevista.
Por este motivo, decidió seguirlo y tomarle algunas fotos con su cámara Leica, sin embargo, tomó muchas otras postales antes de llegar a la icónica fotografía que todos conocemos, ya que no lograba conseguir la imagen que esperaba.
En ese momento, Greta Zimmer, quien se encontraba trabajando como asistente de un dentista en pleno centro de Nueva York, también salió a la calle y fue interceptada por George Mendonça, justo frente al Times Square.
Él la tomó de la cintura y la besó. Ella lo recuerda de la siguiente manera: “Sentí que él era muy fuerte. Me apretaba mucho. No estoy segura del beso”, comentó Zimmer para Veterans History Project en 2005.
También negó que se tratara de un beso de amor, ya que eran completos desconocidos y ella no dio su consentimiento: “Era simplemente alguien celebrando. No fue un momento romántico sino una forma de decir ‘Gracias a Dios, la guerra ha terminado’”, señaló.
Por su parte, George justificó la manera en la que actuó en ese momento diciendo que había estado muy emocionado por enterarse del fin de la guerra, además que los tragos que se había tomado lo hicieron atreverse a besarla.
“Fue el momento. Había vuelto del Pacífico y la guerra terminaba. Fue la emoción de que terminara y, además, había tomado unas copas de más. Entonces, cuando ví a la enfermera, la agarré y la besé”, comentó para la CBS en 2012.
A pesar de ello, esta imagen llamó la atención de Alfred Eisenstaedt: “como un destello, vi algo que se me grabó. Me di la vuelta y capturé el momento justo en que el marinero besó a una enfermera”.
El fotógrafo también aseguró que la manera en la que ambos iban vestidos fue vital para que la postal se convirtiera en la icónica imagen que todos recordamos, ya que los colores de sus uniformes terminaron de crear la foto perfecta.
Como un dato curioso, luego de que la foto titulada “V-J Day” se popularizara, muchas personas aseguraron ser los protagonistas de la imagen: 11 hombres diferentes dijeron ser el marinero y 3 mujeres la enfermera.
¿Fue un beso robado o acoso?
A pesar de que por mucho tiempo esta fotografía ha sido vista como uno de los momentos más emblemáticos del final de la Segunda Guerra Mundial, el hecho de que la enfermera y el marino no se conocieran generó controversia.
Pues no existió el consentimiento por parte de Greta Zimmer e incluso, la manera en la que ella describe el momento, es más cercano a lo que hoy conocemos como acoso sexual, pues ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar.
“No lo vi venir. Antes de darme cuenta, estaba siendo sujetada”, compartió Zimmer e incluso la revista Time, matriz de Life en donde se publicó por primera vez la imagen titulada “V-J Day” en 1945, asegura que la foto no fue bien vista siempre.
“Mucha gente ve la foto como una muestra bastante pública de acoso sexual, algo no muy digno de celebración“, compartió la revista en una artículo que hablaba sobre la historia de la fotografía.
¿Por qué no romantizar los besos robados?
Esta polémica a la que se enfrenta la fotografía de Alfred Eisenstaedt es la misma a la que se enfrenta la celebración del Día Internacional del Beso Robado, la cual surgió en Gran Bretaña y se oficializó en 2006.
Pues aunque tiene por objetivo propagar el amor y resaltar los beneficios de besar; el hecho de que no sea consensuado no es bien visto por muchas personas e incluso entra dentro de las acciones de acoso sexual.
Recordemos que éste es “un comportamiento de tono sexual tal como contactos físicos e insinuaciones, observaciones de tipo sexual, exhibición de pornografía y exigencias sexuales”, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo.
Dentro de las acciones consideradas como acoso sexual entra el contacto físico innecesario y no deseado; así como forzar a alguien a dar un beso, explica la Red Colombiana de Periodistas con Visión de Género.
E incluso, en México, existe una ley que sanciona el acoso sexual, definido por el Código Penal Federal como “el que sin consentimiento de una persona, ejecute en ella un acto de contenido sexual”, tal como besar a alguien sin su permiso.
Por otra parte, aunque un beso robado puede ser visto como una acción inocente se vulnera la integridad física y psicológica de una persona normalizando las relaciones de poder y la violencia, explica Luidmila Morales, máster en género y desarrollo, para el diario Expreso.
Por este motivo, es muy importante que tengas en cuenta que el consentimiento para cualquier interacción sexual es muy importante. Si no tienes claro cuando una acción es consentida o no, te damos puntos esenciales. De acuerdo con Amnistía Internacional estos son:
- Libre: el consentimiento debe ser una elección voluntaria y libre para todas las partes implicadas. Guardar silencio o no decir “no” no equivale a consentir.
- Informado: Mentir u ocultar deliberadamente ciertas intenciones, no es consentimiento, tampoco lo es forzar a una persona ebria
- Concreto: Consentir algo (por ejemplo, besarse) no significa consentir todo lo demás. Una buena regla general sería: en caso de duda, detente y pregunta.
- Reversible: Consentir una vez no significa haber consentido para siempre, en cualquier momento las personas pueden revocar su consentimiento.
Ten en cuenta estos puntos antes de robar un beso y en caso de que quieras formar parte de la celebración, puedes pedir el consentimiento de la otra persona para besarle o simplemente usar la fecha como un pretexto para ir con quien te gusta y decirle lo que sientes.