Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer Ingeniera, con el objetivo de reconocer el papel que las chicas han tenido en este campo, rompiendo las brechas de género que existen, ya que éste suele ser visto como un espacio para hombres.
Esta fecha se instauró en 2014, en Reino Unido por la Women’s Engineering Society (WES), día en el que también se celebran los logros que mujeres sobresalientes han tenido en la ingeniería.
Sus aportes son fundamentales, tanto para el desarrollo del país, como para inspirar e impulsar a las niñas a elegir carreras relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés).
Pues, aunque actualmente hay una mayor apertura para que más niñas y mujeres entren a este campo dominado históricamente por los hombres, las chicas siguen siendo una minoría en el mundo y en especial en México.
¿En dónde están las científicas? Así es la brecha de género
En México, solo 3 de cada 10 profesionistas que eligieron carreras relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, son mujeres, de acuerdo con el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO).
Esto, incluso cuando los trabajos relacionados con las STEM son mejor pagados que otras áreas e incluso, la brecha salarial que hay en carreras relacionadas a la ciencia es menor.
“Por cada 100 pesos que gana un hombre en STEM, una mujer gana 82, a diferencia de 78 que gana en otras áreas”, explica el IMCO. Pero, incluso la brecha salarial tiene una explicación respecto a los roles de género.
Pues, cuando las mujeres terminan de estudiar tienen mayor probabilidad de ser oficinistas o dar clases, mientras que los hombres tienden a ocupar puestos en plantas industriales.
Además, las mujeres también se enfrentan a más barreras para entrar, permanecer y crecer en el mercado laboral que los hombres. Tan solo el IMCO explica que las científicas, matemáticas e ingenieras con hijos tienen una menor participación económica (64 por ciento) que las que no tienen (78 por ciento).
Las brechas de género son aún más visibles al momento de elegir una carrera: “solo el 6 por ciento de 10 mil alumnas de bachillerato de la Zona Metropolitana del Valle de México encuestadas por Movimiento STEM dijo estar interesada en estudiar una carrera de estas áreas de estudios”.
A pesar de ello, el problema no comienza al salir de preparatoria, sino desde la educación primaria y van aumentando con el tiempo, ya que las niñas presentan mejores resultados en las pruebas de matemáticas que los niños.
Sin embargo, esta situación se revierte en secundaria y se amplía al finalizar el bachillerato, pero ¿por qué ocurre? Todo está relacionado con los prejuicios y los estereotipos de género que siguen vigentes hasta nuestros días.
¿Por qué hay menos mujeres científicas?
El Institute for the Future of Education explica que “factores como la violencia de género, el matrimonio infantil (…) y la brecha salarial impactan directamente en la trayectoria formativa y profesional de niñas y mujeres”.
Lo anterior, debido a que ellas no tienen las mismas oportunidades que los hombres. A lo anterior, se unen los estereotipos de género que hacen creer a las niñas que la ciencia no es algo en lo que las chicas deben participar.
“Aún persiste la justificación de que el género masculino se vuelque hacia las áreas STEM, mientras que las mujeres se inclinen naturalmente por aquellas disciplinas científicas que hoy están feminizadas como la enfermería”, explica Lucía Ciccia Ciccia, especialista en Estudios de Género.
Además, se sigue alimentando la idea de que las mujeres deben ser madres para realizarse “y eso quizá, sea incompatible con el crecimiento académico y profesional”, señala la académica.
El primer paso es inspirar e incentivar a las niñas
Ante la brecha de género en la ciencia y la tecnología, el IMCO indica que es muy importante “intervenir desde los primeros años de escuela”, para que más niñas se interesen en estudiar carreras STEM.
Por este motivo, proponen añadir un enfoque de género al enseñar ciencia, con acciones cómo hacer énfasis en la historia de científicas destacadas o pláticas con mujeres que trabajan en dichos sectores.
Las asesorías en la secundaria también son relevantes, ya que con ellas se les pueden dar las herramientas necesarias a las niñas para que elijan carreras STEM y romper con los estereotipos de género.
Por su parte, la astrónoma Gloria Delgado Inglada, del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México, indica que un paso que se debe tomar es hacerles ver a las niñas que la ciencia también es un área para mujeres.
“No desmoralizarlas, no hacerles creer que no sirven para las carreras científicas o que éstas solo atañen a los hombres; provocar que les interese y no quitarles ese gusto”, comentó la científica para la Gaceta UNAM.
