Después de las armas, el documental que revela los rostros y anécdotas de las y los zapatistas

Dirigido por Héctor Laso y producido por Denise Maerker, el filme explora cómo viven ahora estos protagonistas y la situación actual de Chiapas, quienes nuevos desafíos como la violencia del crimen organizado
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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Su silencio permaneció durante 30 años, pero, por fin, las voces y rostros de cinco ex integrantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se conocerán a través del documental Después de las armas, dirigido por Héctor Laso y producido por la periodista Denise Maerker, a través de N+DOCS.

Mario, Benito, Elisa, Felicia y Luis Miguel se quitaron los pasamontañas para contar, por primera vez, cómo se gestó el movimiento armado que se rebeló contra el Gobierno mexicano en 1994. Pero, principalmente sobre sus experiencias y motivaciones cuando eran adolescentes de 14 años.

“Había mucho hermetismo por parte del movimiento, por eso decidimos empezar a buscar por fuera a los ex zapatistas. En unos siete viajes a Chiapas, donde fuimos, regresamos y analizamos a los personajes, observamos que podíamos construir una historia, pero no encontramos exactamente lo que buscábamos, que era el rostro femenino del combate. En el sexto viaje, cerca de junio del año pasado, la investigadora Fátima Monterrosa encuentra a los protagonistas, platicamos con ellos y así se dio todo”, dijo Héctor Laso.

“Queríamos visibilizar a las personas que no habían podido hablar del Movimiento, ni de su lucha, que fueron humanos y que cometieron errores al igual que nosotros”
Héctor LasoDirecto

El 1 de enero de 1994, el mundo fue testigo de un evento que marcaría la historia de México: el levantamiento del EZLN en Chiapas. Este movimiento armado, encabezado por el Subcomandante Marcos surgió en respuesta a las políticas neoliberales y la marginación de los pueblos indígenas.

Con una demanda clara de justicia, democracia y libertad, el EZLN captó la atención nacional e internacional, cuestionando el sistema político del país y abogando por una democracia participativa.

“Nunca pensamos en Marcos, lo que nos interesaba era las voces de los que habían combatido, de quienes pertenecían a las comunidades. Ya habíamos hecho reportajes con los zapatistas y en algún momento conocimos a varias milicianas zapatistas y nos llamó muchísimo la atención, porque eran completamente distintas a las mujeres de las comunidades.

“Cuando nos preparamos para los 30 años del zapatismo queríamos enfocarnos en el tema de las mujeres y de cómo darles un arma y una pastilla anticonceptiva había sido una revolución”, explica la periodista.

¿Qué pasó con las y los zapatistas?

Si bien, el objetivo fue lanzar este documental en el marco del 30 aniversario del movimiento EZLN, para Denise y Héctor la prioridad era mostrar la vida de sus integrantes, cómo viven ahora y sus reflexiones.

Además, de manera indirecta, mostrar que Chiapas sigue “en pie de lucha”, pero ahora contra el narco y  reflejar la violencia del crimen organizado.

“Tienen una vida muy simple. Ellos siguen cocinando con leña. Yo no diría que viven en pobreza, porque hay una enorme dignidad, es una vida que tiene lo justo, lo necesario. Esto que retratamos nos parecía que era en sí mismo algo extraordinariamente valioso.

“Sin embargo, hay comunidades enteras en donde están desplazados por conflictos entre el crimen organizado. Chiapas no está bien, es la realidad y me atrevo a decir que a 30 años está peor, porque hay otra violencia y es muchísimo más grave. En ese momento hubo 46 muertos, hoy mueren eso, pero en tres semanas, sin nombre ni apellidos, sin que nadie se preocupe por ellos”, expone Maerker.

“Siempre tuve la curiosidad de saber por qué nadie te permitía acercarse a los zapatistas. Que hayamos podido platicar con ellos y entender lo que veían fue valiosísimo”
Denise MaerkerPeriodista y productora

Héctor Laso comenta que los excombatientes del movimiento zapatista vivieron en la clandestinidad por más de 30 años, lo que les generó un miedo profundo para hablar; pues “les enseñaron que quien hablaba por ellos era el Subcomandante Marcos.

Pasaron alrededor de una semana en sus casas para ganar la confianza de los excombatientes y sus familias. También se aseguraron de que el equipo de filmación fuera lo más pequeño posible por su seguridad.

“Grabar fue complicado porque teníamos que hacerlo en zonas muy inseguras donde no hubiera peligro. Ellos tienen un miedo gigante porque vivieron en la clandestinidad por más de 30 años, pero poco a poco ganamos su confianza” añade Lazo.

“No pretendíamos hacer un juicio sobre el zapatismo, queríamos hablar con ellos. La comunidad está en los altos de Chiapas, sobre todo en Ocosingo, una zona muy violenta. Por ejemplo, ahí sí fue muy complicado, porque  hay muchísimo narcotráfico y teníamos que estar resguardándonos, grabamos desde coches”, explica Laso.

El futuro en Chiapas

Desde el inicio del proyecto, el equipo se propuso abordar la historia con una perspectiva de género guiados por las voces y experiencias de los protagonistas que desafiaron los estereotipos tradicionales. Incluso, se puede apreciar cómo la hija de la ex zapatista, Felicia, se dedica a dar conferencias sobre la lucha de las mujeres en la comunidad.

Otro momento significativo durante la filmación fue cuando el mayor Mario pidió perdón frente a una fosa común donde yacen combatientes zapatistas. Este acto conmovió  al equipo, marcando un punto de inflexión en la producción del documental.

“Querían una revolución, cambiar el Estado, y a nosotros nos parece muy valioso imaginar a todas esas mujeres indígenas, con esa nueva conciencia de su rol, de su poder y palabra, creando generaciones que piensan de otra manera, nos parece extraordinario.

“Vivieron una adolescencia marcada por un despertar violento, enfrentándose al ejército de su propio país, en una estrategia de guerrilla que los mandó directo al frente de batalla. Fue una experiencia intensa y romántica a la vez, una lucha en la vanguardia que deja una impresión profunda”, describe Denise.

Luego de su proyección durante el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, Después de las armas se seguirá presentando en festivales y en espera de que se pueda proyectar el próximo año en salas de cines

Sobre el archivo

El documental Después de las armas destaca por su enfoque en visibilizar a individuos que históricamente han sido marginados en la narrativa pública. Un aspecto crucial del proyecto fue la recuperación de archivos, incluyendo material prácticamente inédito, un proceso que demandó ocho meses de revisión exhaustiva.

“95 por ciento de ese archivo es propio de N+, prácticamente es inédito; tomó cerca de ocho meses de revisión, porque habría que ver sobre los derechos de autor. Hay que recordar que hace 30 años no había los mismos catálogos que hay ahora; fue reabrir esos baúles y ver esas cintas”, narra Laso.

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