Despertando a la ‘bella durmiente’

En ediciones anteriores, se abordó el caso de los “bellos durmientes” que padecen del Síndrome de Kleine-Levin (SKL), una enfermedad de tipo neurológico caracterizada por periodos prolongados de sueño y de lo que también se conoce como “hipersomnia primaria” o somnolencia diurna excesiva.  

Hoy, los hallazgos de un nuevo estudio publicado en Science Translational Medicine dan indicios de lo que podría ser la causa –desconocida por el momento– de la hipersomnia primaria y no solo eso, también sugiere un posible tratamiento para esta condición.

Eugenia Rodríguez Eugenia Rodríguez Publicado el
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En ediciones anteriores, se abordó el caso de los “bellos durmientes” que padecen del Síndrome de Kleine-Levin (SKL), una enfermedad de tipo neurológico caracterizada por periodos prolongados de sueño y de lo que también se conoce como “hipersomnia primaria” o somnolencia diurna excesiva.  

Hoy, los hallazgos de un nuevo estudio publicado en Science Translational Medicine dan indicios de lo que podría ser la causa –desconocida por el momento– de la hipersomnia primaria y no solo eso, también sugiere un posible tratamiento para esta condición.

Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Emory, en Atlanta, analizaron a 10 hombres y 22 mujeres con hipersomnia primaria, en quienes encontraron una sustancia química en el fluido cerebroespinal –que cubre el cerebro y la médula espinal- que hace las veces de medicamentos sedantes como Valium. 

Se trata de una sustancia que estimula la acción de un neurotransmisor que se conoce como GABA –o ácido gamma-amino butírico– que tiene efectos inhibitorios en el cerebro.  Los científicos encontraron que el efecto calmante de GABA en el cerebro puede ser detenido por un fármaco llamado “flumazenil”, que suele ser suministrado en pacientes para revertir los efectos de la anestesia. La inyección del medicamento en siete de los 32 pacientes logró mejorar su capacidad de alerta y de atención, disminuyendo la sensación de somnolencia.

Aunque faltan estudios, este descubrimiento abre paso para encontrar un tratamiento para este trastorno.

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