En esta temporada de frío son muy comunes las recomendaciones de las abuelas, familiares o amigos, dirigidas a cubrirnos de las bajas temperaturas y evitar pescar resfriados, infecciones en las vías respiratorias u otros padecimientos como dolores musculares. Sin embargo, ¿cuántas de estas son ciertas?
A lo largo de nuestra vida pasamos escuchando creencias en torno al frío que en la época invernal son más frecuentes como la gripa, infección en la garganta (amigdalitis), faringitis o bronquitis. Un médico explica qué tan ciertas son y la mejor forma de cuidarse.
Mojarse los pies
Muchos escuchamos, sobre todo en la niñez, algunos regaños por andar descalzos por la casa. Pero, la afirmación de que nos enfermamos por “mojarnos los pies” o tenerlos descubiertos, es más una creencia que una verdad.
“Las enfermedades infecciosas entran por la nariz y por la boca. Por lo tanto, si el paciente tiene o no tiene suéter, lo que tiene que hacer es cubrirse las vías respiratorias con un cubrebocas de alta densidad, con una bufanda o un pañuelo”, afirma el médico Francisco Navarro Reynoso, director de la coordinación de los Hospitales Federales de Referencias de la Secretaría de Salud.
“Con el frío vuelven a doler las lesiones”
Otra creencia común es que con el frío, además de las infecciones respiratorias, también pueden aparecer dolores musculares o de huesos en zonas en las que nos lesionamos en el pasado.
Esta consideración es cierta, de acuerdo con Navarro Reynoso. “Todas las articulaciones, cuando hay frío, tienden a moverse menos, tienden a trabarse. Si a eso le sumamos un proceso inflamatorio, hace que el dolor sea más perceptible. Eso afecta a las articulaciones y a los músculos, principalmente”, indica el neumólogo.
Tomar mucha Vitamina C para evitar enfermedades respiratorias
Una recomendación que cada año escuchamos, es la de ingerir mucha vitamina C mediante cítricos o suplementos. La premisa es que esta vitamina ayuda a proteger al organismo de padecimientos y enfermedades respiratorias. La respuesta médica a esa afirmación es que no debe consumirse en exceso, pues puede traer otras consecuencias.
“No recomiendo que se consuma más de un gramo a la semana, pues puede ocasionar gastritis y reflujo. La vitamina C es ácido ascórbico y produce acidez en el estómago. Otra consecuencia, que puede provocar por su consumo en exceso, es inflamación en el riñón, llamada nefritis”, agrega el médico Navarro Reynoso.
Beber alcohol ayuda a “calentar el cuerpo”
La creencia de que el alcohol ayuda a generar calor en el cuerpo es cierta. Esta práctica es muy común en personas que viven en lugares que registran muy bajas temperaturas, a veces combinado con bebidas calientes como té o ponche.
“El alcohol produce vasodilatación y calienta muy rápido la piel. Entonces sí tiene una lógica de la afirmación de que nos hace ‘entrar en calor’ con un poco de alcohol. Con esto no recomiendo que se beba alcohol, pero con una copa de tequila, cognac, ron o vino, puede ayudar. Aunque las bebidas calientes sin alcohol, como el café, también ayudan”, señala el médico.
Ante estas creencias, lo más importante, recalca el neumólogo, es acudir al médico cuando se presenten síntomas de alguna enfermedad con el propósito de que se diagnostique y medique adecuadamente.
Asimismo, es necesario que las personas consideradas en los grupos de riesgo como los adultos mayores, mujeres embarazadas, niños menores de cinco años y pacientes de alguna enfermedad crónica y con VIH o SIDA, intensifiquen los cuidados, entre otras cosas, colocándose la vacuna contra la influenza AH1N1.
A la población en general, es importante que prevengan los cambios bruscos de temperatura, abrigándose bien y cubriéndose boca y nariz; así como comer de manera adecuada, con frutas y verduras.