Descubrir el mundo de Caroline Rose significa entrar a un universo lleno de colores donde el rojo lo tiñe todo.
“Creo que gravito hacia él porque me atrapa. Es el color de la sangre, de la pasión y la ira; es el color de un montón de cosas y hay algo en mi personalidad que me atrae, me considero una persona polifacética, no soy una persona simple, quizá por eso me atrae tanto, me parece complejo y me gusta”, declara a Reporte Índigo la cantante que es una de las artistas que integran el cartel del festival Corona Capital Guadalajara.
Cantante y compositora nacida en Nueva York, Caroline Rose se presentará por primera vez en México el 21 de mayo en este festival que este año estará encabezado por agrupaciones como Imagine Dragons, The Chainsmokers, Interpol y Pixies.
“No tengo más expectativas que pasar un buen rato, ver la ciudad, comer buena comida y beber un montón de margaritas”, comparte por videollamada la artista que se encuentra en plena gira de su último álbum: The Art of Forgetting.
Lo que sí tiene claro es que, además de tocar canciones de sus discos anteriores, su setlist incluirá algunos de sus nuevos temas. Lanzado el 24 de marzo, The Art of Forgetting reúne 14 canciones escritas durante la pandemia, como una forma de catarsis después de creer que su carrera musical se terminaría con el encierro.
“Es un álbum mucho más emocional que los otros. Es bastante crudo, golpea duro emocionalmente, así que no es para los débiles de corazón”
La música de Caroline Rose es normalmente clasificada como pop rock con influencias del pop vintage, rockabilly y roots rock.
Un álbum nacido en pandemia
En marzo de 2020, la cantante lanzó su álbum Superstar, pero tuvo que cancelar presentaciones debido a la pandemia, lo cual la deprimió, pero en el encierro también halló en la música una forma de documentar esa etapa y dar forma a su nuevo disco. “Lo que estaba experimentando en ese momento era muy fuerte y tuve tiempo para expresarme, sin prisas ni presiones. Estaba sufriendo mucho y necesitaba escribir sobre ello, así que se dio de manera simple y logré todas estas canciones que contaban la historia de ese momento”, dice.
Una de esas primeras canciones catárticas fue Miami, en la que la artista habla de una relación que terminó y necesitaba cerrar. “Fue una de esas canciones que salieron muy rápido, describe la relación en la que estaba y que no había procesado del todo, estaba muy dolida; estaba con un álbum recién salido que no llegó a la gira. Fue deprimente”, compartió.
Hija de dos artistas, la cantante creció rodeada de música, pero fue hasta la adolescencia cuando encontró su conexión con ella, como una forma de canalizar las emociones intensas de esa etapa de la vida. “Hacer música era diferente a escribir un diario, que es algo más íntimo; si haces música, tocas una canción y sigue siendo para ti, pero cuando la tocas para otras personas se convierte en algo más, hay algo mágico en ello”, dice.
Estética Almodóvariana
Al hablar de sus influencias musicales, la artista dice que es difícil dar nombres porque está en constante descubrimiento, pero no duda en mencionar a dos personajes: Tom Waits y Pedro Almodóvar.
Waits “es un poco más underground y me gusta eso, la mentalidad de culto de hacer algo propio y ver qué pasa”. Mientras que de Almodóvar admira su obsesión con los colores: “Tiene una manera de fusionar los colores con el ambiente, hay una extravagancia al usar eso con temáticas pesadas, realmente he estado muy impactada por esa idea”, dice la artista cuyos videoclips tienen una clara referencia a la estética del cineasta español.
