México podría quedarse sin el apoyo del órgano que regula la economía y los métodos de construcción de edificaciones históricas y educativas, el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (Inifed), esto por órdenes del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
El pasado 15 de junio, el jefe de Estado informó que todos los recursos económicos que estaban destinados al Inifed, dependencia que supuestamente eliminará, ahora los recibirían las sociedades de padres de familia de preescolares, primarias y secundarias del país con el fin de que ellos sean quienes cuiden las instalaciones educativas, a través del programa La Escuela es Nuestra.
“Todo lo que tiene que ver con construcción de aulas, reparación, mejoramiento de instalaciones educativas y conservación de planteles, se va entregar directo a las sociedades de padres de familia, desde la Tesorería de la Federación”, detalló el mandatario.
Y aunque el morenista no ha mencionado las fechas oficiales de la presunta desaparición del Inifed ni del comienzo de La Escuela es Nuestra, agregó que los recursos se entregarán de manera trimestral o semestral a través de transferencias bancarias, órdenes de pago o directamente.
Al respecto, Wilfrido Gutiérrez, académico de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comenta que la decisión de la administración obradorista no está del todo planeada, pues, según explica, es necesario que especialistas analicen el mantenimiento y la construcción de una escuela, y no una sociedad de padres de familia, por motivos de seguridad.
En entrevista con Reporte Índigo, Gutiérrez sostiene que para construir edificaciones educativas adecuadas, el dinero que se invierta nunca será suficiente.
“Deberíamos dejar de procuparnos tanto por la economía y más en que la vida de muchas personas, especialmente de niños y jóvenes, podría estar en riesgo”, comenta.
Para el catedrático, es necesario tener escuelas con un sistema sostenible y sustentable, ya que no sólo representan la columna vertebral del desarrollo de cualquier persona, sino que también refleja en los infantes una segunda casa.
Mejorar el Inifed
Wilfrido Gutiérrez señala que ninguna institución del país debería desaparecer, porque tienen experiencia en hacer sus labores, pues, como el Inifed, llevan recorrido un gran camino.
Y aunque el profesor reconoce que en algún momento un órgano pudo actuar mal, siempre hay algo positivo que destacarle.
A finales de 2017, tras el sismo del 19 de septiembre, el Inifed retomó la responsabilidad del Estado en la protección de los derechos humanos de las personas y de las comunidades afectadas, en coordinación con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
Al respecto, al arquitecto Gutiérrez recuerda que, después del temblor de hace dos años, la UNAM mandó en sus grupos de apoyo a diversos académicos para encontrarse con comunidades y apoyarlas en sus construcciones y en las medidas que debían tomar.
“Cuando llegamos nos encontramos con que las personas tienen una manera de pensar y de hacer las cosas que lamentablemente no son las adecuadas, así tuvimos que convencerlas de que el modo correcto de aplicar el mantenimiento, la inversión y la rapidez para volver a restaurar sus edificaciones, eran otras”, detalla el profesor.
En ese sentido, recomienda que todas las funciones que realice, a partir de la fecha más cercana, sean analizadas no sólo por otros órganos gubernamentales, sino por la misma sociedad a quien supuestamente está apoyando con sus asesorías.
“La gente debería empezar a cuestionarse: ‘ingresé esta solicitud desde determinado tiempo, ¿dónde están los resultados?’”, asegura el académico de la UNAM.
Por otra parte, también recomienda que se pueden hacer dos instituciones con el mismo objetivo, o una representación municipal, para evitar a toda costa que no desaparezca una ayuda que es primordial para la sociedad, pero de manera particular a los niños y jóvenes del país.
“Construir una escuela no es sencillo en términos constructivos, es todo un sistema integral que debe de respaldar el objeto arquitectónico. Es decir, tienes que estar atento a una serie de condicionantes para concebir adecuadamente una edificación educativa”, comenta Gutiérrez.
De acuerdo con el profesor de la UNAM, hay diferentes aspectos que deben ser analizados para construir o mantener en funcionamiento un edificio educativo, como el verificar que todos los productos que vayan a ser utilizados sean los correctos para el tipo de zona en la que determinada construcción está establecida, entre otras cuestiones.