Estar detrás de la pantalla de una computadora (celular u otros dispositivos móviles), proporciona una falsa valentía e inútil cobardía. Usuarios de todo el mundo se conectan y a través de clicks hieren a personas que ni siquiera conocen.
Celebridades, internautas comunes y corrientes, familiares, amigos y enemigos son víctimas de ciberbullying o acoso cibernético, así como de violencia de género, acoso sexual y burlas de toda índole. Las mujeres son un blanco recurrente en este tipo de ataques en línea, y las consecuencias de los mismos pueden traducirse en tragedias y fatalidades como suicidio.
En comparación con 2014 Childline, organización sin fines de lucro de Reino Unido, ha recibido 87 por ciento más llamadas por acoso en la Red.
Pero así como en la “vida real” hay campañas para combatir al acoso escolar, en la Red ya hay voces que se han unido para denunciar los ciberabusos y defender a las víctimas.
Una de ellas es Monica Lewinsky. Sí, la mujer que en los 90 sostuvo una relación inapropiada con el que fuera presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.
De hecho, Lewinsky se considera “la primera persona en haber tenido su reputación totalmente destruida en el mundo entero por Internet”, de acuerdo a su ovacionada plática en TED de la semana pasada, en la que fungió como oradora contra el acoso cibernético.
El escándalo sexual que protagonizó “fue posible debido a la revolución digital. Esta carrera de juicios de valor que ocurre gracias a la tecnología condujo a la movilización de tiradores de piedras virtuales. Se me etiquetó como una zorra, mujerzuela, puta, tetas con patas, y por supuesto como ‘esa mujer'”, subrayó Monica.
“Perdí mi reputación y mi dignidad y casi pierdo mi vida”, dijo.
Tras años de estar alejada de los reflectores y micrófonos, Lewinsky lanzó una campaña contra el acoso cibernético en una cumbre de Forbes. Al presentar la campaña, la exbecaria de la Casa Blanca declaró que el proyecto está inspirado en la vida de Tyler Clementi –víctima de bullying online– que se quitó la vida en 2010 a raíz de que se publicara una imagen en la que besa a otro hombre. Tyler tenía 18 años.
¿Dónde quedó la sensibilidad?
“Hace 17 años no había una definición de esto pero hoy lo llamamos ‘ciberbullying’ o acoso online”, indicó Monica durante su charla en TED. Y en 1998, “después de verme envuelta en un romance improbable, me vi envuelta en el ojo de una vorágine política, legal y mediática sin precedentes”.
Lewinsky enfatizó que “Internet había creado una cultura en la que la gente se divertía con la humillación ajena en la Red”.
“Aunque en 1998 no existían las redes sociales tal como las conocemos hoy día, las imágenes en video de Lewinsky –con una boina negra– abrazando a Clinton en público como si fuera una admiradora más, se volvieron ‘virales’ en la Red. Lo mismo sucedió con los comentarios publicados en reacción a los artículos online, mientras que las bromas basadas en los detalles de la relación le dieron la vuelta al mundo”, señaló una publicación en la BBC.
“Cada día hay personas –especialmente los jóvenes que no tienen el desarrollo para manejarlo– son tan abusadas y humilladas online que no pueden imaginar soportar una vida así un día más. Y algunos no lo logran”, puntualizó Monica.
Para la psicóloga, el bullying comenzaba en la familia, seguía en la escuela, “pero ahora le llega a toda la comunidad en línea”. Este fenómeno ha disminuido la sensibilidad de las personas, y “entre más humillación, hay más clicks y entre más clicks, llegan más dólares en publicidad. Estamos haciendo dinero a cuestas del sufrimiento”.
Dignidad y respeto
Lewinsky no es la única figura pública víctima de ciberacoso que ha alzado la voz, la actriz Ashley Judd también lleva el estandarte en defensa de las víctimas de bullying, violencia de género y acoso sexual en Internet, pues también ha sido acorralada por usuarios en redes sociales.
Judd aseguró que denunciará a quienes la acosen sexualmente en Internet y que levantará cargos en su contra. La actriz de “Insurgente” dijo a Today que “la cantidad de violencia de género que experimento es absolutamente extraordinaria, y voy a dedicar una parte significante de mi vida presentando informes a la policía”.
“Todo el mundo tiene que asumir la responsabilidad de lo que escribe, y no permitir que esta mala interpretación y cultura vergonzosa en las redes sociales persista (…)”, agregó.
Tras ser atacada vía Twitter por haber opinado sobre un partido de baloncesto, Ashley publicó en el sitio de microblogging que “no está bien cuando me llaman puta y me amenazan con violencia sexual por expresar una opinión convencida”.
Por su parte, está la historia de Elizabeth Ann “Lizzie” Velásquez, quien fue etiquetada como “La mujer más fea del mundo” en un video de YouTube cuando tenía 17 años (en el 2006). El video de ocho segundos de duración logró millones de vistas y generó miles de comentarios ofensivos y despectivos hacia Lizzie, quien padece el Síndrome de Marfan y lipodistrofia.
El acoso cibernético y las burlas de las que fue víctima la escritora tejana de 26 años hicieron que llorara “noches enteras. Era apenas una adolescente y pensé que mi vida había acabado (…) No pude contarle a nadie sobre el tema. No le dije nada a mis amigos. Estaba demasiado impresionada”, dijo.
Velásquez mide un metro y medio y pesa apenas 27 kilos, y sufre por los síntomas de sus padecimientos. Pero nada de eso la detiene, de hecho se ha convertido en un ejemplo motivacional de miles dentro y fuera de la Red, a raíz de su participación en TED, cuando en 2013 dio la charla “¿Cómo te defines a ti mismo?”.
La BBC señaló que Lizzie “se asoció con Tina Meier, cuya hija Megan se suicidó después de haber sido acosada en Internet, y juntas están haciendo campaña para que los representantes del Congreso de Estados Unidos voten a favor del primer proyecto de ley federal contra el acoso escolar”.
La ovacionada charla