Mientras en México asociamos la palabra “pirata” a la piratería y fayuca, en Alemania se le asocia a un partido político que sigue tomando fuerza entre los votantes, sobre todo los más jóvenes y desencantados.
Hablar de los ideales de este partido es casi como escuchar los reclamos de los usuarios de Internet: conexión de banda ancha para todos, Internet como derecho humano, defensa de la libertad en la Red, reforma a las leyes de copyright y propiedad intelectual… en suma, causas populares pero sin una definición ideológica “tradicional”.
El Piratenpartei –como es conocido en alemán– lleva cuatro elecciones estatales en fila superando el 5 por ciento de los votos necesarios para acceder a los parlamentos locales. A este ritmo, los piratas esperan ingresar a la Bundestag –parlamento federal– en las elecciones generales de 2013.
Por el número de integrantes y los buenos resultados electorales que han obtenido, los piratas alemanes son considerados como el segundo partido pirata más importante en Europa. Solo después del Piratpartiet de Suecia, país en donde se originó el movimiento pirata en enero de 2006 gracias a Rick Falkvinge, conocido en la esfera tecnológica por proponer una reforma a las leyes de copyright y la propiedad intelectual acorde a la era digital.
Desde entonces, los piratas tienen presencia en todo el continente. Cuentan con asientos en los parlamentos locales de Suecia y República Checa, así como con puestos en gobierno locales en España e Italia.
En Alemania suman casi 30 mil miembros, 168 asientos en los gobiernos locales y 19 diputados en los parlamentos estatales, cifra a la que habría que sumarle unos 18 diputados más gracias a la elección del domingo en Renania del Norte-Westfalia.
Estos datos colocan al capítulo pirata alemán como el más grande en Europa.
Jóvenes y desencantados
En Berlín, el 33 por ciento de los jóvenes entre 18 y 34 años votaron por el Partido Pirata en 2011; en Sarre, sumaron un apoyo de 38 por ciento en el mismo grupo de edad. El apoyo de esta generación de jóvenes desencantados por la política tradicional fue fundamental para obtener un porcentaje total de votación del 8.9 y 7.4 por ciento, respectivamente, por encima del mínimo del 5 por ciento para tener acceso a asientos en el parlamento local.
En las elecciones del domingo, los votantes alemanes no solo volvieron a darle un sensible golpe al partido de Angela Merkel, la actual canciller, también le dieron un empujón al Piratenpartei para ampliar su presencia parlamentaria en cuatro estados.
Con una propuesta ideológica confusa pero que recoge el sentir de los defensores de las libertades en Internet y de la transparencia gubernamental, los piratas alemanes se han hecho del apoyo de jóvenes y/o desencantados.
Según el sitio español 20Minutos.es, prometen Wi-Fi gratuito, mejorar el transporte público, legalizar las drogas blandas, ninguna subvención a las religiones y el voto para los mayores de 14 años.
Se trata de un partido que apunta a los intereses de los usuarios avanzados de Internet, del sector de jóvenes que no se sienten identificados con la clase política tradicional y que abrazan los valores de libertad y transparencia que pregonan sitios como WikiLeaks.
Democracia interactiva
Fiel a su origen, el Partido Pirata alemán usa software de código abierto –open source–, salas de chat, “wikis” y listas de correo electrónico para poner en práctica lo que denominan como “democracia líquida”.
El objetivo es recrear en línea un ambiente de trabajo colaborativo, una verdadera democracia interactiva. Lo hacen a través de la plataforma “Liquid Feedback”, que se traduce al español como “retroalimentación líquida”.
El objetivo de esta plataforma es hacer más eficiente el proceso de la toma de decisiones. En Berlín, cualquiera de los 6 mil miembros que utiliza Liquid Feedback puede proponer una política. Una vez hecha la propuesta, se necesita de por lo menos el 10 por ciento de quórum –en un periodo predeterminado de tiempo– para que se convierta en una propuesta a la que sus miembros le tienen que prestar atención.
Después de presentar puntos a favor y/o en contra, se procede a votar. Nada fuera de lo común, aparentemente.
Pero la ventaja de Liquid Feedback es que es una herramienta de deliberación interactiva, remota y transparente. Un miembro del partido pirata puede tener una gran idea mientras se está bañando, por ejemplo, y no necesita esperar hasta la siguiente convención política para proponerla: simplemente tiene que ingresar al sitio de la plataforma, abrir un entrada en “propuestas” y esperar a que los demás miembros la vean, la discutan y la voten.
El sitio fomenta la transparencia, todos los votos son públicos. Además, es un sistema basado en la confianza: los miembros pueden delegar sus votos a miembros “notables” para que voten por ellos en ciertos temas. A diferencia de los arreglos fuera del ojo de los ciudadanos, Liquid Feedback mantiene un registro abierto de estas “alianzas” para que no quede duda.
Weblinks
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Mapa de la presencia de los partidos piratas
Consulta el contenido en video: