Como si de una película de terror se tratase, un grupo de personas que rentó un departamento a través de la aplicación Airbnb, descubrió una cámara de video que captaba sus movimientos, uno a uno, y los transmitía en vivo.
Los hechos sucedieron el pasado 3 de marzo, en Cork, Irlanda, lugar donde una familia neozelandesa decidió rentar el departamento para pasar unas vacaciones.
Cuando llegaron al lugar, el padre de familia Andrew Barker, un experto en seguridad informática, se dio a la tarea de revisar la conectividad en la casa utilizando una aplicación de Android que escanea el estado de la red inalámbrica.
Grande fue su sorpresa cuando descubrió que el escáner le marcaba una marca de vulnerabilidad por lo que, aprovechando que un puerto estaba abierto, se conectó con su laptop para observar una grabación, en video, del lugar ¡en vivo!
A través del puerto abierto se transmitía en vivo, para cualquiera que se conectara con él, las actividades que se realizaban en la sala.
Al descubrir la cámara la familia optó por tomarse una selfie pero también por denunciar a su anfitrión, el cual terminó siendo eliminado de la plataforma sin que se conociera el trasfondo de la grabación.
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