Emilia Clarke desea ser reconocida por su trabajo y no por sus atributos físicos o su belleza.
Aún así, a los 28 años, fue nombrada la Mujer Más Sexy del Mundo por la revista Esquire este año.
La mayoría la identifica por su papel de Daenerys Targaryen ”Khaleesi”, en la exitosa serie de televisión “Game of Thrones” o bien, por su interpretación de Sarah Connor en la cinta “Terminator: Génesis” (2015).
Sin embargo, Emilia ha declarado que cuando la ven en la calle, lo que más sorprende son sus cejas perfectas y su baja estatura (mide 1.57 cm).
“Mi madre impuso una serie de reglas cuando yo era pequeña: no consumir drogas, no tener relaciones sexuales y no tocarse las cejas. Así que, de niña, fui víctima de bullying por tenerlas ridículas”, dijo en entrevista con El Mundo.
Y así fue. La inglesa agradece a su madre, pues ahora destaca en las alfombras rojas por su porte y feminidad (y por sus cejas).
Estudió arte dramático en su natal Inglaterra y trabajó en algunas producciones, pero su salto a la fama se logró por “Game of Thrones”.
Y aunque no era la favorita en el centro dramático del que se graduó, tras participar en la serie “Doctors”, su agente la contactó para formar parte de “Game of Thrones”.
“Mi agente le dijo al director de casting: ‘Sé que la descripción del personaje es alta, esbelta y rubia. Sé que ella es bajita, con curvas y castaña, pero me gustaría que la viera’”, señaló Clarke.
Su agente convenció a la producción y es uno de los personajes que ha perdurado en la serie, y es de los preferidos de los fanáticos.
Para poder acudir al casting de “Game of Thrones” se hizo la enferma en la empresa de catering para la que trabajaba y buscó en Wikipedia información sobre la trama, pues no tenía idea de qué se trataba. Tuvo 24 horas para prepararse para la audición que le cambió la vida.
La joven y prometedora actriz está viviendo el sueño de muchas a su edad. De hecho, pasó gran parte de su vida “viendo series de HBO deseando que en algún punto de mi carrera, podría ser capaz de participar en ellas”.
Si no hubiera encontrado su merecido –y cotizado– lugar en Hollywood, Emilia dijo que probablemente estaría “trabajando todavía en un bar de algún lugar al este de Londres, de camarera, y haciendo algún que otro papelito en televisión. Ni siquiera me apetece reflexionar sobre las alternativas (…)”.
Cuando estudiaba arte dramático inclusive trabajó como agente de bienes raíces para poder pagar el alquiler del departamento en el que vivía.
Adora la música y disfruta cantar. Sabe tocar la flauta, el piano y la guitarra.
Descubrió su pasión por la actuación a los tres años, su modelo a seguir es Audrey Hepburn y se considera “poco digital”, pues no es una asidua usuaria de redes sociales. Se unió a Instagram recientemente y no ha publicado gran cosa.
En cuanto a sus secretos de belleza, Emilia hidrata, tonifica y limpia su piel todos los días, sin importar lo cansada que esté por la jornada laboral en el mundo de los dragones de la TV.