De la vista nace la confianza
¿Qué bases biológicas podrían explicar la peculiar relación entre el color de ojos y la estructura del rostro?
Algunas que aún no han sido del todo identificadas por científicos, pero que evidencian el misterio que gira en torno a la evolución humana a raíz de un nuevo estudio de la Universidad de Charles, en Praga, en el que estudiantes checos con ciertos rasgos faciales, en combinación con ojos de color marrón, fueron juzgados como personas más confiables.
Eugenia Rodríguez¿Qué bases biológicas podrían explicar la peculiar relación entre el color de ojos y la estructura del rostro?
Algunas que aún no han sido del todo identificadas por científicos, pero que evidencian el misterio que gira en torno a la evolución humana a raíz de un nuevo estudio de la Universidad de Charles, en Praga, en el que estudiantes checos con ciertos rasgos faciales, en combinación con ojos de color marrón, fueron juzgados como personas más confiables.
En una primera etapa del estudio, de reciente publicación en el journal “PLoS One”, los investigadores mostraron 80 fotos de hombres y mujeres –40 del sexo femenino y 40 del sexo masculino– a un grupo de 283 estudiantes universitarios, para evaluar qué tanta confianza les
inspiraban los rostros.
Las caras de aquellos hombres y mujeres con ojos de color marrón fueron percibidos como más confiables que quienes tenían ojos azules.
Posteriormente, los investigadores tomaron las mismas fotografías de ejemplo y apoyados con Photoshop, cambiaron el color de ojos marrones al azul y estos últimos a color marrón.
A diferencia del experimento anterior, al mostrar las imágenes alteradas a un segundo grupo de participantes, aquellos individuos con ojos azules resultaron ser los que mayor nivel de confianza inspiraban.
Los investigadores concluyeron que no fue el color en sí mismo lo que alteró el nivel de confiabilidad percibido por parte de los participantes, sino la forma de los rostros –ligada al rasgo de ojos de color marrón–, particularmente los redondeados, con mentones amplios y bocas grandes; las caras más angulares, con bocas estrechas y mentones largos, fueron juzgadas como menos confiables.
A decir de investigadores, quienes ya han comenzado a realizar pruebas de identificación facial con individuos de otros países para comprobar si la misma tendencia se observa en otras culturas, una mezcla de factores ambientales y genética podrían ser
responsables de este curioso patrón.