Si creías que con beber soda de dieta te estabas salvando de aumentar unos kilos, estabas muy equivocado.
A lo largo de las últimas décadas, se ha creído que las bebidas que contienen endulzante artificial son la alternativa ideal para no consumir bebidas azucaradas, tales como los refrescos de todos lo sabores.
Pero una nueva investigación, a cargo de la psicóloga Sarah Hill, de la Texas Christian University, señala en sus resultados que consumir las sodas “de dieta”, en realidad, conducen al aumento de peso.
“A ‘primera vista’, parece absurdo, pues usted está sustituyendo un producto de alto contenido calórico, por uno sin calorías”, indica una publicación en Pacific Standard, sin embargo, Sarah Hill dice que consumir estas bebidas sin azúcar “puede influir en los procesos psicológicos de manera que, con el tiempo, puede aumentar la ingesta de calorías”.
Hill y su equipo realizaron distintos experimentos y descubrieron que las bebidas endulzadas artificialmente impactan directamente nuestras reacciones posteriores a la ingesta de comida. Los resultados, que fueron publicados en la revista especializada Appetite, sugieren “que estos productos pueden activar las ganas de satisfacer un antojo, lo que aumenta nuestra vulnerabilidad a la siguiente delicia de alto contenido calórico que se cruza en nuestro camino”, enfatiza la publicación en Pacific Standard.
Un dato curioso es que no se encontraron diferencias entre los que bebieron el refresco azucarado y el agua mineral.
“Los participantes que consumieron la bebida sin calorías endulzadas respondieron con mayor rapidez a los nombres de los alimentos ricos en calorías en comparación con aquellos que consumieron ya sea la bebida endulzada con azúcar o sin azúcar,” finaliza Hill.
