Las mujeres –sobre todo las que tienen entre 18 y 25 años– suben de peso “sin darse cuenta”, señala un estudio realizado por la Universidad de Texas (UT), publicado en el 2012.
Los investigadores también encontraron que la raza, etnia y el uso de métodos anticonceptivos influyen directamente en la percepción que tiene cada una respecto a su peso.
Y, después de encuestar a 2 mil 224 mujeres, evaluar su peso y otras variables cada seis meses, durante tres años, se encontró que un tercio de las mujeres –en Estados Unidos– no reconocía que había aumentado de peso.
Elma Placeres Dieppa, quien administra el blog “Bloggy moms: influential social media moms”, comentó que en el caso de las latinas, el problema radica en que “amamos nuestras curvas, pero la línea entre curvas hermosas y mortales es confusa”.
Dieppa contó el caso de su prima Helen, quien falleció a los 44 años de un infarto, por no cuidarse y no controlar su peso, razones por las que empeoró su diabetes.
El estudio de la UT reveló que 25 por ciento de las mujeres hispanas con sobrepeso consideraba que su peso era normal, por lo tanto su condición no requería cuidado adicional. Al no reconocerlo, estas mujeres también ignoraban que necesitaban hacer ejercicio.
Solo el 15 por ciento del resto de las mujeres con sobrepeso –no latinas– que participaron, aceptó que su peso no era normal.
“Las hispanas y afroamericanas eran más propensas a considerar como normal su peso, cuando, de hecho, tenían sobrepeso”, apuntó Abbey Berenson, una de las autoras del estudio.
Y es que no solamente las mujeres hispanas tienen propensión a aumentar de peso y/o padecer obesidad, también los hombres hispanos son “más vulnerables a factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades relacionadas con la obesidad”, añadió Berenson.
De acuerdo a la Asociación Estadounidense de Diabetes, dos latinos por cada persona de tez clara –no latina– en Estados Unidos, padece diabetes.
Otro estudio, que fue publicado este año en la revista científica Annals of Neurology, concluyó que los mexicano-estadounidenses tienen 34 por ciento más riesgo de sufrir un accidente cardiovascular.