De actriz a gurú
Graydon Carter, editor en jefe de Vanity Fair, escribió en la editorial de la edición de marzo de la revista que “el hecho es que la historia sobre Gwyneth Paltrow que pedimos, aunque muy bien escrita, no es la que los antiGwyneth esperan”.
La aclaración sigue a la controversia que, hace unos meses, generaron los rumores de que Carter había encargado una “bajada de humos épica” sobre la vida de diva de la actriz.
Y en su momento Paltrow reaccionó como sus detractores esperaban: invitando a sus amigos a boicotear la publicación y negándose a colaborar con la pieza.
Ana Paulina ValenciaGraydon Carter, editor en jefe de Vanity Fair, escribió en la editorial de la edición de marzo de la revista que “el hecho es que la historia sobre Gwyneth Paltrow que pedimos, aunque muy bien escrita, no es la que los antiGwyneth esperan”.
La aclaración sigue a la controversia que, hace unos meses, generaron los rumores de que Carter había encargado una “bajada de humos épica” sobre la vida de diva de la actriz.
Y en su momento Paltrow reaccionó como sus detractores esperaban: invitando a sus amigos a boicotear la publicación y negándose a colaborar con la pieza.
Sin embargo, el editor asegura que la pospuso porque iba a decepcionar a los lectores después de las “leyendas” que se habían hecho al respecto, pues solamente se trataba de un estudio sobre las radicalmente diferentes percepciones sobre la actriz.
Y es que Gwyneth, una vez adorada de forma unánime, se ha ganado muchos haters durante los últimos años.
La hija de la guapa Blythe Danner debutó en teatro en 1990. Y en cine al año siguiente con “Shout”. A lo largo de los años siguientes su fama creció con películas clásicas como “Seven” (1995), “Emma” (1996) y “A perfect murder” (1998).
En ese último año, protagonizó “Shakespeare in love”, con el papel que la hizo acreedora a cuatro estatuillas: el Oscar, el Globo de Oro y el SAG Award por Mejor Actriz, y otro SAG como parte del Mejor Elenco.
La primera década del siglo la comenzó con “The royal Tenenbaums” y la comedia romántica “Shallow Hal”, que dejaron muy clara su capacidad histriónica. En el 2005 apareció en el drama “Proof”, por la que fue nominada a otro Globo de Oro. Y a partir del 2008 comenzó a interpretar a Pepper Pots en diversas cintas de Marvel, como “Iron Man” (2008), sus dos secuelas (de 2010 y 2013) y “The Avengers” en el 2012.
Además apareció como invitada en varios capítulos de la serie “Glee” y ha sido rostro de marcas de moda y belleza como Estée Lauder y Coach.
La controversia sobre su vida –y la actitud que algunos consideran condescendiente– comenzó con el lanzamiento de su sitio Web “Goop”. En este retrata su lujoso y muy sano (¿demasiado?) estilo de vida, y ha complementado su imperio con sus libros de cocina “My father’s daughter” y “It’s all good”.
Y aunque muchos piensan que su ejemplo es inalcanzable y poco realista, no cabe duda de que Gwyneth, a quien le gusta mantener su vida privada muy privada (rara vez se le ve en público con su esposo, el vocalista de Coldplay Chris Martin, o sus hijos Apple y Moses), es buena en todo lo que se propone hacer.