Para la coreógrafa Érika Méndez, su pieza dancística Este cuento lo escribió Elena se convirtió en un viaje que explora las fisuras de las relaciones sentimentales, al tiempo que profundiza en las cicatrices que los desastres naturales dejan en el cuerpo.
La creadora de esta pieza, que se estrenará en el Foro La Caja, el 5 y 6 de octubre, entrelaza los temblores que han sacudido a la Ciudad de México, como los de 1957, 1985 y 2017, con rupturas personales, y crea un paralelismo entre la fragilidad de las relaciones humanas y la inestabilidad del entorno físico.
Así encontró en la literatura una vía para procesar estas vivencias al descubrir el cuento “La Ruptura”, de Elena Poniatowska, cuya historia resonó con su visión artística y dio forma a su creación.
Danza, cine y literatura en “Este cuento lo escribió Elena”
El montaje escénico Este cuento lo escribió Elena, de la compañía Lagú Danza, será estrenado en el Foro La Caja, dentro de la iniciativa Mueve Danza, Corazón Guerrero, la cual busca dotar de u…https://t.co/EHy32sMfcY pic.twitter.com/0S64Xqdq2F
— René del Valle B. La Aldea (de la Información) (@renedelvalleb) October 3, 2024
“Me pareció un cuento bellísimo, con imágenes poderosas que se prestaban para ser transformadas en escenas coreográficas. Conseguí por todos lados el teléfono de Elena, le llamé y la maestra súper linda, fui a su casa y le dije que quería hacer algo a partir de su cuento. Me dio su firma para poder usarlo”, platica en entrevista con Reporte Índigo.
El cuento de Elena fue el punto de partida para una reflexión más amplia sobre cómo las personas enfrentan los desmoronamientos, tanto internos como externos.
Una historia sobre los sismos en la CDMX
La coreógrafa recuerda el sismo de 2017, cuando la casa de su pareja fue la única que se derrumbó en su vecindario de Coyoacán. Dicha experiencia, sumada a otras tragedias, la llevó a reflexionar sobre cómo los eventos no solo destruyen físicamente, sino que también impactan emocionalmente.
“Tuve una ruptura que se convirtió en un ‘para siempre’ porque estaba a punto de terminar una relación con Fernando, era mi novio en ese tiempo, hace como 15 años. Él no quería terminar, pero yo sí, y lo que hizo que se convirtiera en un ‘para siempre’ es que se suicidó en frente de mí; ya lo superé, me costó muchos años superarlo, terapias, de todo, por lo que digo que nunca se pudo terminar.
“Plasmé mi historia en esta obra, que habla sobre una pareja que está terminando, pero no quiere y para ello leen un libro y coincide que es ‘La ruptura’, pero ocurre el terremoto del 85, se les rompe la casa y se convierte en un para siempre”, cuenta la coreógrafa y miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte.
#Entérate 🗞️
Inspirada en el cuento, ‘La Ruptura’, de Elena Poniatowska, llega al foro La Caja el montaje, ‘Este cuento lo escribió Elena’, de @lagudanza7.
¡No te lo pierdas los próximos 5 y 6 de octubre!
🎟️#EntradaLibre
🕜13 h
📍Av. San Fernando 14, Colonia Guerrero, CDMX pic.twitter.com/pp9NuOtKwl— danzaINBAL (@danzaINBAL) September 30, 2024
A través de la combinación de los lenguajes de la danza, el cine y la literatura, Este cuento lo escribió Elena sitúa en la historia de una pareja de la Ciudad de México que trata de recomponer su relación, leyendo todos los días en el desayuno.
Mientras leen el cuento “La ruptura” entran en una ensoñación, en tiempos diferentes, dos terremotos ocurren simultáneamente, en 1957 y 1985; esto lleva a preguntarse si se conocen de verdad o solo se juntaron sus universos después de que colapsaran sus casas en sus respectivos terremotos.
La coreógrafa siente que el cosmos la “zangoloteó” para crear su nueva pieza de danza, una obra que, sin planearlo, terminó conectando con historias profundas de amor y pérdida.
La danza y su forma para motivar la lectura
Aunque el amor no es un tema que suele abordar, Érika ha descubierto su relevancia universal. Reconoce las historias de amor que quedaron inconclusas tras los sismos de 1985, 1957 y 2017, aquellas relaciones que fueron interrumpidas por la tragedia y transformadas en un “para siempre” involuntario.
“Al final de la obra, el equipo dedica la presentación con mucho amor y respeto a todas las historias que no se terminaron de contar a causa de un terremoto, y que seguramente se están contando en otros multiversos”, añade Méndez.
Óscar Pérez, el bailarín principal de la obra, encarna esta dualidad. Su cuerpo se convierte en un medio para representar tanto la violencia de los movimientos sísmicos como la vulnerabilidad de una relación rota.
Hoy en #SemánticaSonora 168 vamos a platicar de la puesta en escena “El cuento lo escribió Elena” a cargo de la Compañía @lagudanza7 con Érika Méndez quien es directora, actriz y bailarina de esta obra de teatro que se llevará a cabo en #ForoLaCaja todo por @ruidoblancofm 💜🎙️ pic.twitter.com/puGPTj3xsx
— Angélica Lasof (@Lasof721) October 2, 2024
“La química que tuve con Óscar Pérez es muy singular, creativa y personal, como una química de almas. Eso hizo que se detonaran nuestras memorias, algo muy bonito y entrañable que esperamos también resuene con el público”, expone.
Méndez también revela el trasfondo de la obra, que comenzó como una iniciativa para fomentar la lectura en adultos, inspirado por obras como Moby Dick. La idea inicial era hacer fomento a la lectura para adultos; sin embargo, la pieza se volvió la semilla para algo aún más profundo y así hablar de las diferentes rupturas.
“Nosotros vamos evolucionando, y deben haber rupturas, porque ya nos convertimos en otra persona. El problema es que perpetuamos las relaciones por miedo a la soledad. Pero cuando un acontecimiento trágico ocurre, la ruptura se convierte en un para siempre, aunque la relación ya estaba desgastada. Con mis obras no me gusta aleccionar, prefiero que sean entretenidas, pero en esta se me salieron muchas cosas que necesitaba”, reflexiona Méndez.
Un lenguaje cinematográfico
Erika Méndez eligió el foro La Caja, un espacio íntimo que permite al público experimentar su obra desde una proximidad. Para ella, la puesta en escena se convierte en una recreación de un set de cine, donde los asistentes se sienten parte de una película en pleno rodaje.
“Es un espacio tan cercano que el público va a poder apreciar los detalles como si los viera a través de una lupa. Como estudié cine y no coreografía, todo lo resuelvo desde el lenguaje cinematográfico”, narra.