Damiana y Carola, pulsiones y el deseo del ser humano
La obra Damiana y Carola, que se presentará en el Foro La Gruta, conduce a los espectadores a través de los senderos de la perversión, el deseo y el asesinato
Karina CoronaEl ser humano se rige mediante deseos, y conforme se va desarrollando en el mundo responde a sus instintos y pulsiones. En este sentido, por ejemplo, el deseo para el médico Sigmund Freud se refiere a la energía insatisfecha que se encuentra en la nostalgia. Pero, desde la óptica del filósofo Hegel, es la comprensión del otro, es decir, el deseo es un punto clave para que el hombre sea hombre.
Esta discusión se traslada al mundo contemporáneo a través de Damiana y Carola, en el Foro La Gruta, del Centro Cultural Helénico, obra que pretende mostrar los límites de un amor, llevados hasta su perversión y oscuridad.
“Para nosotros era muy importante no aleccionar, no darle al público un mensaje digerido, sino poner una situación frente a sus ojos, de dos personajes muy contradictorios, seres que llevan en su interior tanto motivos luminosos, de amor, pero muy oscuros, hay un deseo de matar, una pulsión muy fuerte”, indica el dramaturgo y director Sergio López Vigueras a Reporte Índigo.
La puesta, que se estrenó en 2018, regresaría a los escenarios en 2020, pero por la pandemia se pospuso hasta esta fecha, la cual, de alguna manera, ayudó para que el elenco hiciera una relectura de la pieza, darle más sentido y posicionarla dentro del contexto donde la muerte ha estado más presente.
Para Vigueras, fue el descubrimiento de lo contradictorio que es el humano, de las pulsiones que chocan todo el tiempo con los verdaderos deseos y la toma de decisiones que se oponen al instinto.
“Fue muy gozoso redescubrir a estos personajes, ahora pude hacer una comprensión de esa profundidad, porque la obra tiene una capa anecdótica muy sencilla, son personajes de clase media alta, mexicanas, dos niñas que hacen lo que quieren porque pueden, nadie se los impide. Pero estos meses me ayudaron a ver una densidad mítica, y tiene que ver con el hecho de enfrentarnos a fuerzas más grandes durante este tiempo de pandemia”, platica.
El imperio de la psicología
Damiana y Carola es una obra de suspenso, en la cual se cuenta la historia de las hermanas Casanova, interpretadas por las actrices Michelle Betancourt y Verónica Bravo, quienes planean asesinar a sus padres. Ellas arman un elaborado plan para librarse de ellos, pero pronto este comienza a fallar.
¿Qué consecuencias tendrán sus acciones? Manteniendo la tensión al límite, la obra no concede descanso al espectador.
Damiana y Carola es un poema. Su ritmo conduce al espectador a lo largo de la historia, su tempo es sensible al aumento de tensión del drama. Los sonidos conducen el oído por los senderos de la perversión y el asesinato, en medio de la oscuridad.
“Para mí lo importante era trascender a la psicología más inmediata por medio de conceptos más profundos de nuestra esencialidad humana como el amor, la pulsión de muerte, lo erótico y tanático. Conectar con nuestras raíces ancestrales míticas, pero también a hacernos preguntas que no son tan fácil de responder, a través de historias de parricidio, incesto, que se han tratado en la literatura y artes desde tiempos inmemoriales”, opina el dramaturgo.
La muerte y el ser en Damiana y Carola
Como parte de la esencia humana, una de las cosas que Sergio López Vigueras quería plasmar en escena es el constante juego de poder de los personajes, en los que nunca estarán en la misma situación, cruzan el límite entre lo “bueno y malo”, el cambio de roles, poderes e intenciones, algo que, asegura, mantendrá en el vértigo a las y los espectadores.
Asimismo, lo “femenino” y “masculino” todo el tiempo transgrede lo impuesto por la sociedad, esto es debido a la flexibilidad de los personajes, quienes van mutando. El género se rebela por el simple deseo, pasiones y anhelos más ocultos y naturales, en el que todo el tiempo habita la muerte.
“Como bien dice el dicho, de la muerte y los impuestos nadie se salva, sabemos que está ahí, aunque, a veces se nos olvida, la disfrazamos y maquillamos con eufemismos. Es realmente transgredir el límite de la pulsión de la muerte, llevarlo más allá y actuar para ejercer el poder a toda costa, sin pensar los límites del otro.
“De ahí radican estos personajes, que no se quedan con la idea de que la muerte no es parte de su panorama, sino es una posibilidad de acción, no se miden ante el uso de esta fuerza de poder y eso los vuelve peligrosos, pero al mismo tiempo apasionantes”, aclara.
En ese sentido, el dramaturgo pone sobre la mesa la reflexión de los deseos de los personajes, quienes buscan satisfacerlos a toda cosa.
“Esta obra pone sobre la mesa que el desear nos puede llevar a romper cualquier límite, en el sentido, puede sonar bello, pero también en lo oscuro, no detenernos ante nada ni nadie”, agrega.
El thriller en México
Para Sergio López Vigueras el género del suspenso se ha actualizado constantemente a lo largo de la historia.
“Edipo Rey, de Sófocles, es uno de nuestros primeros thrillers, responde a la pregunta ¿quién mató a Layo? Una y otra vez volvemos, en distintas situaciones históricas y paisajes, a las preguntas esenciales, ¿Quién mató a alguien? ¿Por qué lo hizo? ¿Logrará, o no, su objetivo? Están en el centro de los relatos, y por eso nos apasiona ver el teatro”, rescata.
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