Cuties, ¿una crítica a la sexualización de las niñas?

‘Cuties’, la polémica película dirigida por Maïmouna Doucouré y protagonizada por Fathia Youssouf Abdillahi se ha convertido en el blanco de las críticas por sexualizar a sus protagonistas menores de edad, incluso autoridades de algunos países han censurado el filme.

El 23 de septiembre, un condado de Texas interpuso un proceso penal en contra de Netflix por la película francesa ‘Cuties’ (‘Guapis’ en España).

Según un comunicado del martes de la oficina del fiscal de distrito del condado de Tyler, la película promueve material visual “lascivo” de menores de edad.

Mientras que el lanzamiento de la película en Turquía fue retrasado después de que el organismo de control de la radiodifusión (RTUK) ordenó su eliminación diciendo que podría conducir a una posible explotación infantil.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, también pidió suspender su transmisión de la película e investigar a Netflix por pornografía infantil.

“Los niños, niñas y adolescentes son el bien más preciado de la nación y el más vulnerable. A todos nos interesa frenar los contenidos que ponen en riesgo a los niños o los exponen a una erotización temprana. El Gobierno del presidente Jair Bolsonaro no se detendrá en esta lucha”, señaló la pastora evangélica y ministra de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, Damares Alves, citada en un comunicado.

Según la descripción de Netflix, la trama de “Cuties” se centra en una niña musulmana de 11 años que “comienza a rebelarse contra las tradiciones de su familia conservadora cuando queda fascinada con un equipo de baile de espíritu libre”.

Cabe señalar que en agosto, el servicio de streaming decidió cambiar el cartel y descripción de la película, luego de que usuarios usaron el hashtag #NetflixPedofilia para acusar a la plataforma de sexualizar a menores, incluso se promovió un boicot contra el servicio online por el filme.

La sinopsis original decía: “Amy tiene 11 años y quiere pertenecer a un grupo de chicas de su edad que bailan sensualmente (twerking), entonces comienza a explorar su feminidad, desafiando las tradiciones de su familia”.

La plataforma tuvo que disculparse y cambiar la descripción.

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El filme Mignonnes, título original de la película, fue ganadora del premio del jurado a la mejor dirección en el Festival de Cine de Sundance 2020.

La película cuenta la historia de Amy, quien pertenece a una familia tradicional musulmana. En el filme la niña de 11 años se enfrenta a un choque generacional con otras niñas de su edad, quienes crecieron en una familia ‘libre’ y se expresan de una manera totalmente diferente a ella.

Al respecto, Maïmouna Doucouré, directora ha señalado que en ‘Cuties’ efectivamente intentó proyectar la hipersexualización que viven las niñas en los barrios de Francia, donde a muy temprana edad comienzan a desarrollar su mentalidad para convertirse en mujeres.

Doucouré explicó que el filme nació luego de ver bailar a un grupo de niñas de once años con ropa reveladora.

“El día que vi, en una fiesta del vecindario a un grupo de niñas de alrededor 11 años, subiendo al escenario y bailando de una manera muy sensual y vistiendo atuendos reveladores. Me quedé en shock y me pregunté si ellas estaban conscientes de la imagen sexual que estaban proyectando. En la audiencia había también mamás tradicionales, algunas con sus velos, fue un shock cultural.” relata la cineasta al portal estadounidense Deadline.

Para realizar el guión de la película, Maïmouna realizó durante un año y medio entrevistas a niñas preadolescentes para entender más a fondo la noción de lo que ellas entendían como feminidad y cómo las redes sociales estaban afectando esta idea.

Un año y medio detuve a grupos de chicas jóvenes en la calle, a veces en las escuelas o cuando las organizaciones me abrían las puertas. Las grabé o filme cuando tuve la autorización de sus padres, y recopilé sus historias para saber cómo se ubicaban en la sociedad. Todas estas historias alimentaron la escritura de Cuties, indica.

De acuerdo con la cineasta, gracias a su investigación descubrió la influencia que tienen las redes sociales en las preadolescentes y como desde temprana edad son objetivadas a cambio de ‘likes’.

Durante mi investigación, vi que todas estas chicas jóvenes que había conocido estaban muy expuestas en las redes sociales. Y con los nuevos códigos sociales, las formas de presentarse cambian. Vi que unas 400.000 personas seguían a unas chicas muy jóvenes en las redes sociales y traté de entender por qué. No había razones en particular, además del hecho de que habían publicado fotos sexys o al menos reveladoras: eso es lo que les había traído esta “fama”, señaló en una entrevista con Paris Match.

“Hoy, cuando eres mujer, es casi seguro que tendrás cientos de miles de seguidores siendo lo más sexual posible. A los 11, realmente no entiendes lo que eso significa, pero cuando ves que hay admiración por parte de tanta gente, caes en este mimetismo. Lo veo en Instagram. Chicas de 13 años que ponen fotos en ropa interior y que son seguidas por 400 mil personas, agregó.

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La cineasta tuvo que borrar su cuenta de Twitter tras la publicación de la película, incluso declaró que ha recibido amenazas de muerte.

“Recibí numerosos ataques contra mi personaje por parte de personas que no habían visto la película, que pensaban que en realidad estaba haciendo una película que se disculpaba por la hipersexualización de los niños”, dice. “También recibí numerosas amenazas de muerte”, contó.

El mensaje de Cuties es que las jóvenes deben tener tiempo para ser niñas, disfrutar de su niñez y tener tiempo para elegir quiénes quieren ser cuando sean adultas, concluye Maïmouna Doucouré

Para críticos, el filme es una mirada hacia un feminismo temprano, una crítica de un sistema de creencias y una educación tradicional, que muestra a una niña que desea liberarse de los vínculos culturales que la agobian, pero no sabe cómo hacerlo.

Cuties es esencialmente una advertencia sobre lo que sucede cuando arrojamos a las preadolescentes a las garras de las redes y a través de estás comienzan a entender el mundo y a cómo deberían actuar.

Es un filme incómodo pero también es una critica a la cultura misógina, violenta, exhibicionista que se muestra diariamente en Internet. Una cultura que alienta a las niñas a presentarse como sexualmente maduras y conocedoras.

Doucouré nos pide que reflexionemos detenidamente sobre el tipo de comportamiento que se les enseña a emular a nuestras jóvenes.