Desde que iniciaron su trayecto en 2018, Cuórum Morelia, festival independiente de cine sobre diversidad sexual y de género, se denominó cómo una muestra fílmica en resistencia que ocurre en el corazón de Michoacán. Originalmente, sucedía a la par del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).
Con el paso de los años, Cuórum, que regresa a las actividades presenciales teniendo como sede principal Cinépolis Morelia Centro, se ha emancipado con éxito del Festival efigie de Morelia, que este 2021 llegó a su décima novena edición.
Ante esta situación, Jennifer Córdoba, codirectora de Cuórum Morelia, argumenta que la idea preconcebida que existía en el pasado de que una ciudad o estado del país podía solo albergar un festival de cine es absurda y sin fundamento, porque ellos pueden mantenerse en la misma plaza del FICM, sin que haya un conflicto de por medio.
“Nos encanta ser este espacio que también rompe en ese sentido, que pone la mesa y que invita, no solamente a la población LGBT+ o a las disidencias, sino a todas las personas de Morelia y Michoacán a que nos visitan, a estar hablando de estos temas. Creo que sí es el tiempo de que se ha roto eso, que tiene que haber más festivales”, comenta la organizadora.
Recientemente, Guanajuato fue testigo del nacimiento de un nuevo festival de cine, el Bajío International Film Festival (BJX), que se desarrolló en la capital del estado homónimo. Su director ejecutivo, Iván Zárate, expresó que esto demuestra que ellos no están peleados con el Guanajuato International Film Festival, al contrario, la intención es generar mancuerna para la industria fílmica.
Por si fuera poco, Córdova enfatiza que Michoacán es fuerte en la producción audiovisual, en cuanto a cortometrajes se refiere, y las muestras independientes de cine son un ejemplo, porque existen más de una decena y, poco a poco, comienzan a descentralizarse de Morelia para mudarse al interior de la entidad.
“Michoacán tiene más de 10 festivales, es el segundo productor de cortos en México. Tenemos el festival de cine de Paracho en la Meseta Purépecha, los festivales de terror en Pátzcuaro, hay para todos”, platica.
Cuórum Morelia comenzó su sexta edición el 5 de diciembre y el día de hoy culmina con la exhibición de los cortometrajes ganadores. Este año, la competencia estuvo liderada al 100 por ciento por mujeres, también el festival cerrará con la proyección de los largometrajes Sedimentos (2020) y Canción de Invierno (2021), de Adrián Silvestre y Silvana Lázaro, respectivamente.
Encuentra tu historia en Cuórum Morelia
Para este retomar de actividades presenciales, volver a conectar con el público y tener un diálogo constante en Cuórum Morelia, el slogan seleccionado fue “Encuentra tu historia” y, definitivamente, para Jennifer Córdoba, quien lleva apenas compartiendo la dirección del festival este año pandémico, ha sido un descubrimiento de muchísima participación presencial.
Ella se dirige constantemente con un pronombre neutro en su conversación, “elle”, que es parte de su lenguaje recurrente. Tanto ella como el codirector Antonio Harfuch Álvarez, no son los clásicos ejecutivos que solo están detrás de bambalinas llevando el proyecto, ya que imprimen su pasión en Cuórum al estar inmersos en cada función, entregando programas de mano al público e, incluso, ayudando y coordinando la logística de las proyecciones entre funciones.
“Se requiere, si no le hacemos todes, va a estar muy complicado que pase si no somos les primeres que estén ahí abriendo la oficina. Le decía ayer a Antonio justamente ‘se nota que te la sabes, ya fuiste a cambiarte los tenis, porque vamos a andar corriendo todo el día’ y pues bye a los zapatos de vestir, es cargar las cajas, mover las cosas, manejar, llevar, porque quien se tiene que lucir aquí son les invitades”, comparte orgullosa.
Mayores espacios de exhibición
Pese a que Cuórum ha logrado convenios para exhibirse en espacios seguros sin discriminación, a nivel nacional y en general para la cultura, Jenniffer Córdova considera que todavía la tarea pendiente es conseguir muchos más lugares donde plasmar y llevar a cabo arte para y con la comunidad LGBT+ en México.
“Creo que el cine es completamente político, porque tiene una mirada y es un discurso. Creo que lo pendiente es que siga teniendo los espacios, que justo es esa resistencia de meternos, como si tuviéramos que meter los codos, como en el metro para ganarnos ese lugar, cuando debería ser exactamente igual de fácil de programar lo que sea para todes”, señala.
La también codirectora de programación de Cuórum describe que recientemente en Morelia se realizó el evento Massive Drag, en el Teatro Ocampo, espectáculo cabaret que tuvo a más de dos decenas de artistas en escena, y que tiene una perspectiva LGBT+. Ella presenció cómo una de las artistas hacía hincapié en que se les dieran más lugares para presentarse en vivo.
“Ella decía ‘es que nunca pensamos que íbamos a estar en ese teatro, ese espacio que no era para nosotres, lo conquistamos’ y fue increíble, prendieron a las personas y tienen que estar ahí, y en cualquier espacio público y privado también, donde gustemos, debe ser nuestro; entonces, que un día no se vuelva esta lucha constante por ganar los espacios y que simplemente sea un trámite más”, puntualiza.
La recomendación máxima
Entre todo el universo de cine LGBT+, Jenniffer Córdova se perfila por una sola película como recomendable y preferida, una producción de 2018, de Argentina, donde se habla del poliamor y sale del estereotipo de películas incluyentes.
“Mi favorita es Las hijas del fuego, de la directora Albertina Carri, esa es mi recomendación uno siempre, porque justo habla de otras corporalidades, otro tipo de vinculaciones afectivas, de visibilidades lésbicas, del deseo, de la pornografía a partir de una exploración y eso no lo vemos comúnmente en ningún tipo de película”, opina.