Bien dice el dicho que el “exceso en todo es defecto” y el porno no es la excepción, pues su consumo en grandes cantidades puede generar una adicción similar a la de las drogas, destruir la relación en pareja y frustrar futuros encuentros sexuales.
Vivimos inmersos en la era de la inmediatez, lo que significa que con un par de clics podemos sumergirnos en el vasto universo del llamado “cine para adultos”. Esta facilidad de acceso implica que prácticamente podemos consumir este tipo de contenido en cualquier momento y lugar, sin levantar mayores sospechas.
Aunque las mujeres también visitan páginas porno, es evidente que la adicción a esta clase de “entretenimiento” se inclina más hacia los varones. Un ejemplo de esto es un análisis realizado por Pornhub Insights en 2020, el cual reveló que alrededor del 76 por ciento de los visitantes en ese año fueron hombres.
De hecho, se ha llevado a cabo una investigación reciente que ofrece pruebas de una conexión negativa entre el consumo excesivo de pornografía y la estabilidad de las relaciones amorosas. Los resultados de este estudio han sido publicados en The Journal of Sex Research.
¿El porno puede ser tan adictivo como las drogas?
Pero para comprender la naturaleza adictiva de la pornografía es importante reconocer el paralelismo que existe con el mundo de las drogas. Es crucial tener en cuenta que se deben mantener proporciones claras en relación al consumo de sustancias, pero ambas esferas comparten efectos sorprendentemente similares:
Activación del sistema de recompensa: tanto la pornografía como las drogas hacen que el cerebro libere una sustancia llamada dopamina, que nos hace sentir “bien”. Esto crea una búsqueda constante de gratificación en ambos casos.
Tolerancia y dependencia: con el tiempo, tanto la adicción a la pornografía como a las drogas pueden llevar a que necesitemos más para obtener el mismo efecto. Además, nos volvemos dependientes de ese comportamiento o sustancia para sentirnos “normales”.
Cambios en el cerebro: tanto la pornografía como las drogas pueden afectar la forma en que nuestro cerebro funciona y su estructura. La exposición repetida a contenido porno puede cambiar las vías de recompensa de manera similar a cómo las drogas afectan nuestro sistema de recompensa cerebral.
A pesar de estas similitudes, también hay diferencias importantes. La pornografía no introduce sustancias químicas en nuestro cuerpo como las drogas. Además, la adicción a las sustancias a menudo tiene síntomas físicos cuando dejamos de consumirlas, mientras que la adicción a la pornografía se relaciona más con patrones de comportamiento y pensamiento.
¿Cómo afecta el porno a las relaciones de pareja?
Pero ¿cómo puede el consumo excesivo de pornografía afectar nuestras relaciones de pareja o encuentros sexuales futuros? Aquí te presentamos algunas conductas que debes tener en cuenta si sospechas que tú o alguien tiene una adicción al cine porno:
Problemas para tener y mantener una erección: algunos hombres pueden tener dificultades para lograr una erección o mantenerla en situaciones sexuales reales. Esto puede suceder porque el consumo frecuente de pornografía crea expectativas poco realistas.
Pérdida de interés en el sexo real: ver mucha pornografía puede hacer que disminuya el interés por tener intimidad sexual con parejas reales. La pornografía ofrece gratificación rápida y sin complicaciones, lo que puede afectar la motivación para participar en encuentros sexuales reales.
Insatisfacción sexual: consumir porno de manera prolongada puede generar altas expectativas y estándares poco realistas sobre el aspecto físico, el rendimiento sexual y las experiencias sexuales en general. Como resultado, algunos hombres pueden sentirse insatisfechos con su vida sexual o con las relaciones íntimas reales.
Problemas en las relaciones: el consumo excesivo de pornografía puede afectar negativamente las relaciones de pareja. Algunos hombres pueden tener dificultades para establecer conexiones emocionales y sexuales significativas debido a las expectativas poco realistas que provienen de la pornografía.
Baja autoestima: compararse constantemente con los actores y actrices pornográficos puede generar inseguridades y afectar la autoestima de algunos hombres. La imagen corporal, el rendimiento sexual y la confianza en sí mismos pueden verse perjudicados.
Eso sí, hay que recordar que no todos los que ven porno experimentan estos problemas y cada persona puede tener su propia experiencia. Algunos pueden ver porno de vez en cuando sin que les cause dramas importantes. Pero si el consumo se sale de control y afecta tu vida diaria y tus relaciones, es buena idea buscar ayuda profesional para afrontar el tema.
¿Se puede abandonar el vicio de la pornografía?
Superar la adicción a la pornografía lleva tiempo y esfuerzo, pero es posible. Aquí te dejamos algunos pasos para ayudarte a dejar este hábito:
Acepta que tienes un problema con la pornografía y estás dispuesto a enfrentarlo. No tienes que hacerlo solo. Busca el apoyo de amigos, familiares o grupos que te respalden durante este proceso.
Define metas alcanzables para reducir gradualmente tu consumo de pornografía. Puedes comenzar con días sin verla y luego aumentar el tiempo. Busca actividades saludables y gratificantes que puedas hacer en lugar de ver pornografía. Puedes probar con ejercicio, hobbies, leer, salir con amigos, etc.
Aleja las cosas que te tienten a ver pornografía. Desactiva notificaciones, bloquea sitios web o limita el acceso a dispositivos electrónicos. Mantente cerca de personas que te apoyen en tu objetivo de dejar la pornografía y evita lugares que promuevan su consumo.
Si sientes que no puedes superar la adicción por ti mismo, considera buscar ayuda de un terapeuta o consejero especializado en adicciones.
El lado oscuro del porno
Pero si todavía no estás convencido de dejar este hábito, es importante considerar las muchas críticas que la industria del porno ha enfrentado a lo largo de los años. Aquí tienes algunos puntos a tener en cuenta antes de ver contenido para adultos:
La pornografía ha sido duramente criticada por retratar una imagen poco realista de la sexualidad y las relaciones humanas. Muchos argumentan que promueve estereotipos de género, muestra situaciones poco éticas y crea expectativas poco realistas sobre el sexo.
También se ha expresado preocupación por los efectos negativos en la salud mental y emocional. Algunos estudios indican que el consumo excesivo de pornografía puede generar problemas de intimidad, disfunción sexual y adicción.
La ética laboral en la industria también ha sido objeto de cuestionamiento. Se habla de explotación de actores y actrices, falta de protección de sus derechos laborales y situaciones coercitivas.
Otro punto crítico es el fácil acceso y la falta de control en Internet, lo que plantea preocupaciones sobre su impacto en los menores y la dificultad para regular y controlar la distribución de contenido pornográfico no consensuado.