Cuestión de actitud

Kate Winslet está en la plenitud de la vida y de su carrera. La actriz inglesa tiene más de dos décadas de trayectoria, es madre de tres hijos y se siente orgullosa de sí misma. 

Ha recibido los galardones más cotizados del cine, es la imagen de Lancôme (en la que prefiere no ser editada para aparecer como es realmente), y tiene una de las personalidades más carismáticas.

Auténtica y versátil, Kate es un ejemplo para todas las mujeres dentro y fuera de la actuación. Recientemente fue distinguida con su tercer BAFTA, por su papel en “Steve Jobs” (2015), y en su discurso de aceptación inspiró a miles de personas para que sigan sus sueños.

“(…) Cuando tenía solo 14 años, un profesor de teatro me dijo que a lo mejor me iría bien si era feliz conformándome solo con papeles de chica gorda… ¡Mírame ahora! (…) a cualquier chica joven que haya sido ninguneada por un profesor, un amigo o incluso un padre, no hagas caso, porque eso es lo que hice yo, no hice ni caso y seguí adelante con ello y superé todos mis miedos y mucha inseguridad (…)”.

Y es que la actitud es la clave para el éxito y Winslet es prueba de ello. No se frustra por tener 40, ni por portar las arrugas y estrías propias de una mujer que ha dado a luz en tres ocasiones. 

Portadora del título de Commander of the Most Excellent Order of the British Empire, la amiga y colega del actor Leonardo DiCaprio tiene un lugar en los corazones del público desde que personificó a Rose DeWitt Bukater en “Titanic” (1997).

Además, ha sido elogiada por la crítica por su trabajo en cintas como “The Reader” (2008), la cual le valió el Oscar, el BAFTA, el Globo de Oro, entre otros premios. A su vez, la han aclamado por “Revolutionary Road” (2008), “Eternal Sunshine of the Spotless Mind” (2004)  y “Sense and Sensibility” (1995).

Más allá de ser una actriz de Hollywood, Kate Winslet es una mujer inspiradora y trabajadora, que goza estar entre sets y que disfruta cada momento con sencillez. Y el público la admira, porque así como para ella, para la gran mayoría “un verdadero lujo es tener tiempo para leer interminables historias en cama con mis hijos. Y yo tengo eso todo el tiempo. Soy muy bendecida”.