Cuero a la mexicana
Que estemos en pleno siglo XXI no es pretexto para dejar de exaltar las tradiciones del México antiguo.
Tampoco para permitir que la producción artesanal que expresa la cultura y los valores de nuestro país perezcan ante el poderío cada vez más ambicioso que atesoran las nuevas tecnologías.
Y como lo tradicional no está peleado con lo moderno, qué mejor manera de preservar el arte popular mexicano que con productos funcionales de vanguardia fabricados a mano por artesanos mexicanos.
Eugenia RodríguezQue estemos en pleno siglo XXI no es pretexto para dejar de exaltar las tradiciones del México antiguo.
Tampoco para permitir que la producción artesanal que expresa la cultura y los valores de nuestro país perezcan ante el poderío cada vez más ambicioso que atesoran las nuevas tecnologías.
Y como lo tradicional no está peleado con lo moderno, qué mejor manera de preservar el arte popular mexicano que con productos funcionales de vanguardia fabricados a mano por artesanos mexicanos.
Esto es precisamente lo que hace posible la firma Koon Artesanos, que desde hace 10 años se embarcó en la misión de rescatar la talabartería, el arte de elaborar objetos utilizando el cuero como materia prima.
Una tradición que a lo largo de décadas ha existido en nuestro país, transmitiéndose entre innumerables generaciones de artífices mexicanos.
Pero durante los últimos años el oficio de la talabartería se había mantenido en proceso de “extinción”, sino es que en el olvido.
Además, “desde nuestro punto de vista, las generaciones dejaron de innovar y de preocuparse por el diseño y básicamente siguieron produciendo lo mismo”, dice en entrevista para Reporte Indigo Jorge Morfín, Director General de Koon Artesanos.
De hecho, previo a la puesta en marcha de Koon Artesanos, el empresario comenta que al acercarse a talabarteros de larga tradición en nuestro país para invitarlos a sumarse al proyecto, observó una resistencia de los artífices a querer arriesgarse con la elaboración de diseños modernos.
“Lo único que faltaba (entonces) era tratar de introducir (en los diseños) un nuevo aire, un nuevo enfoque y tratar de hacer cosas diferentes y novedosas” .
Así, junto con su socia Susana Bernardi, Morfín tomó la decisión de incursionar en la venta de productos de piel, pero también en la fabricación y la comercialización de los mismos, apoyándose en un principio de un talabartero que se dedicó a capacitar a personas interesadas en aprender el oficio.
Koon Artesanos actualmente cuenta con una línea de 480 productos en cuero de diversos colores y con diseño textil bordado a mano, que se comercializan en 14 puntos de venta distribuidos en la República Mexicana.
Una amplia gama de productos que están dentro de la categoría de accesorios para la decoración, el regalo y uso personal, que van desde lámparas, llaveros, cajas de relojes y joyeros, hasta mouse pads, baúles, fundas para iPad y laptops.
Los proveedores no son otros más que artesanos mexicanos ubicados en cuatro comunidades indígenas: dos en Chiapas, una en Hidalgo y una en Puebla.
“Es muy importante respetar sus diseños”, enfatiza Morfín, “se tienen que respetar sus culturas, sus antepasados, porque cada pieza que ellos elaboran, no es el resultado de lo que se les ocurrió en un momento, realmente todo el trabajo que ellos elaboran tiene un por qué”; se remonta “a sus antepasados, su familia, cultura, región, religión, a todo”.
El empresario comenta que Koon Artesanos tiene como objetivo aumentar el número de diseños de las comunidades con las que actualmente trabajan, para trasladarlos a una mayor línea de productos y, en un mediano plazo, invitar a comunidades indígenas de otras regiones a que se sumen al equipo.
“La verdad es que en México hay una diversidad enorme de comunidades y trabajos, que aunque pareciera que son iguales, son muy variados tanto en su técnica como en los materiales que (los artesanos) utilizan”.