La mayoría de los pesticidas incluyen glucosa, un tipo de azúcar, como carnada para matar a las cucarachas. Pero si después de fumigar tu hogar, te sigues topando con este molesto animal, entonces te estás enfrentando a un insecto mutante.
Esto es lo que ha ocurrido en Alemania, donde una mutación de la cucaracha ahora encuentra amargo el sabor de la glucosa, según revela un estudio publicado en la revista especializada Science.
Al estudiar 19 poblaciones distintas de cucarachas, la mayoría provenientes de Estados Unidos y Puerto Rico, los investigadores encontraron que en siete de ellas mutó ese gusto por el azúcar para evitar ser presa de los pesticidas.
Y esta es la peor pesadilla para quienes detestan este tipo de insectos.
Lo más preocupante es que los investigadores estiman que esa mutación está presente en más poblaciones de cucarachas, dijo Coby Schal, autor del estudio y profesor de entomología en la Universidad de Carolina del Norte.
Sin embargo, al cambiar la glucosa por fructosa, las cucarachas mutantes cayeron en la trampa. Pero sustituir este ingrediente tiene un costo económico alto, pues el jarabe regular de fructosa contiene entre 40 y 50 por ciento de glucosa.
“La rápida aparición de este comportamiento subraya la plasticidad del sistema sensorial (de las cucarachas) para adaptarse a los rápidos cambios ambientales”, concluye el estudio.