Cuando el COVID-19 está en la cocina y las estufas
Las iniciativas de estufas ecológicas están cobrando cada vez más importancia como consecuencia del alto contagio que existe del virus SARS-CoV-2. En el país son más de 5 millones de familias las que cocinan, calientan sus hogares y de algún modo desarrollan sus vidas en torno a fogones, lo que ocasiona miles de muertes por enfermedades respiratorias
Carlos RamírezEl humo de las estufas de leña es de los principales factores para adquirir la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), padecimiento que ya se encuentra entre las primeras 10 causas de muerte de los mexicanos de acuerdo con cifras del Inegi.
Sin embargo, con la pandemia del nuevo coronavirus, esta afección fue una de las comorbilidades identificadas por la Secretaría de Salud federal (SSA) que empeoraban los casos de COVID-19 en México, sumado a otras como la obesidad, la hipertensión y la diabetes.
Uno de los lugares donde más se observa esto es en los municipios rurales de la sierra poblana, que se encuentran ante un inminente doble riesgo por el COVID-19 por ser regiones donde generalmente se cocina y se vive en torno a estufas de leña y fuegos abiertos. Se trata de más de 80 municipios de las sierras Negra, Norte, Nororiental de Puebla. La lista la complementan más de 100 de Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Guerrero, Estado de México y Chihuahua, lugares de alta marginación, donde el uso de leña en fogones abiertos es parte central de su vida diaria y de su identidad cultural.
Así, en todo México son más de 5 millones de familias, unos 28 millones de mexicanos, los que cocinan, calientan sus hogares y de algún modo desarrollan sus vidas en torno a fogones, estufas rudimentarias y fuegos abiertos que utilizan como combustible la quema de madera, estiércol animal, desechos de cultivos y carbón.
Cocinar en estufas de leña, el caso de Puebla
En el marco de la pandemia por COVID-19, este tema ha cobrado suma relevancia para los mexicanos de los estratos sociales más bajos y vulnerables, pues son millones de personas las que se encuentran ante un inminente riesgo.
El caso específico de Puebla es preocupante. De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud de Puebla, proporcionados al Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (IGAVIM), de enero a noviembre de 2019 fallecieron en el estado 740 personas por problemas respiratorios no identificados, pero relacionados con síntomas de influenza, neumonía y bronconeumonía.
En este periodo del año pasado, 630 poblanos fallecieron por neumonía no identificada, 103 más por bronconeumonía no identificada y siete casos fueron de influenza no identificada. Tos, gripe y fiebre fueron las principales características de los padecimientos reportados en esos meses.
De acuerdo con el IGAVIM, en el municipio de Puebla se registraron 211 víctimas mortales por neumonía, 12 defunciones de bronconeumonía y tres por influenza, todos los casos no especificados. Entre los municipios con más casos también está Tehuacán con 53 fallecimientos por padecimientos respiratorios no identificados.
Iniciativa ‘La Mera Mera’
Bernardo Rodríguez, socio del Grupo Eco Zoom, fue apoyado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), junto con un grupo de emprendedores, para diseñar y fabricar estufas ecológicas, “La Mera Mera”.
Esta innovación está diseñada para reducir al mínimo el gasto de leña para combustible y, a su vez, evita que quienes la utilicen no estén tan expuestos al humo de un factor importante de enfermedades respiratorias, de la piel y oculares.
De acuerdo con Rodríguez, se busca combatir la brecha económica y la desigualdad social con acciones puntuales, como son la reducción del gasto familiar por concepto de compra de combustible (70 por ciento menos de consumo de leña) y el ahorro en servicios de salud derivados de la menor atención de enfermedades respiratorias.
“Hace una década empezamos con un producto y hemos ido avanzando tecnológicamente para mejorarlo. Es muy importante porque analizando el mercado, las estufas no llegan a ofrecer el cuidado de la salud ni la reducción de consumo de leña”, explica.
Agrega que con la situación del COVID el problema se agrava, pues es necesario buscar que la mortalidad por dicha enfermedad se reduzca a futuro evitando las complicaciones de tipo respiratorio, como el EPOC.
Con la pandemia de COVID, también incrementa la necesidad de crear una Norma Oficial Mexicana (NOM) en este ámbito, ya que actualmente existe un marco poco claro en la elaboración de las estufas ecológicas.
Por lo anterior, y de acuerdo con Bernardo Rodríguez, se deja la puerta abierta para que cualquiera afirme que su estufa es ecológica sin que cumpla con la meta de reducir el problema de salud respiratoria que empeora con el nuevo coronavirus.
“Hoy día hay demasiadas licitaciones del gobierno con el mismo tipo de producto que no cumple con las condiciones. Eso provoca que no se ayude a la salud de las personas”, comentó.
La estufa ecológica “La Mera Mera” participó en una convocatoria del Conacyt en la que se llevó el sexto lugar nacional después de haber probado expulsar el humo de las viviendas reduciendo el uso de madera, “lo logramos con eficiencia y no con tecnicismos”, expresa Rodríguez.